La OSG, dirigida por Stéphane Denève, sirve un viaje entre América y Francia con influencias del jazz y el blues de la mano de Bernstein, Connesson, Poulenc y Gershwin
23 dic 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Stéphane Denève y la OSG propusieron música desde el suburbio (por las influencias jazzísticas y bluesísticas de las obras) y una mirada cómplice entre América y Francia. Bernstein, Connesson, Poulenc y Gershwin establecieron diálogos de ida y vuelta. La orquesta mostró su mejor cara con un maestro que exprime su jugo.
En la obertura de Candide se optó por sonido grande (destacó el metal sobre el conjunto). Siguió el estreno español de A Kind of Trane (2015), concierto para saxo y orquesta de Guillaume Connesson. Homenaje a Davis y Coltrane, bascula entre lo clásico y el jazz sin profundizar en ninguno. Los movimientos extremos plantean escritura exigente por tempi e insistencia en la tesitura alta, que Tim McAllister (espléndido alternando saxos soprano y alto) manejó con comodidad: el tercero (apoyado en frenético contrapunto) con aire de improvisación jazzística, elevó su actuación a virtuoso. Aunque Denève cuidó el sentido del swing de la orquesta, dio sensación de orquestación excesiva. Lo mejor, la Ballade central: con bella línea melódica, permite a McAllister frasear con delicadeza; el entramado orquestal queda al servicio del solista, con destacados diálogos con los vientos. A la obra le falta intimidad para acercarse al jazz; aunque McAllister dio toda una lección.
La segunda parte la abría la suite de Les biches, de Poulenc. De espíritu neoclásico, Denève, colorista, potenció la claridad de planos, siempre contrastante en tempi y rítmicas, con sentido de la danza. Destacó la incisividad de la cuerda y lo afilado del metal. La perla de la noche. De Un americano en París, Denève sacó swing y blues con una orquesta conectada donde destacaron unos metales primorosos (es ley mencionar a la trompeta o los saxos). Estupendo sonido y sentido del ritmo.
Programa entretenido, alejado del repertorio de la OSG, que potenció las virtudes de un conjunto que se crece con grandes batutas. Escuchamos mejores estrenos que el de este programa esta misma temporada, pero la segunda parte mostró un campo donde la orquesta marca la diferencia.