Dos párrafos del pliego de la concesión tienen la llave de la crisis de la basura de A Coruña
A CORUÑA
El STL lleva al juzgado la cláusula, introducida por la Marea en el 2018
12 ene 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Dos escuetos párrafos en un informe de 137 páginas esconden la clave del conflicto sostenido por el Sindicato de Trabajadores de la Limpieza (STL) durante los últimos años en A Coruña a golpe de huelgas, sabotajes y emergencias sanitarias.
El texto se encuentra en el documento que contiene las cláusulas administrativas del contrato municipal de recogida de basura de A Coruña y dice así: «En el caso de que haya que contratar a nuevo personal, bajas y sustituciones, [la concesionaria] contratará a personas integrantes del siguiente grupo, de acuerdo con el siguiente orden de prioridades». Y ordena a renglón seguido: «Personal eventual sin derecho a subrogación, siempre que exista constancia contractual de que ha venido desarrollando trabajos de forma recurrente y periódica para la anterior contratista; mujeres (...) y personas perceptoras de renta mínima de inserción, con discapacidad, refugiadas o demandantes de asilo».
El fragmento, decisivo para los intereses del STL, está recogido en el punto 19.3.1 del pliego de la concesión publicado el 30 de julio del 2018 por la Marea Atlántica —el partido que gobernaba A Coruña cuando venció el contrato de 50 años de la anterior adjudicataria (Cespa, filial de Ferrovial)— tras poner en marcha un nuevo proceso de licitación, cuajado de irregularidades, que todavía colea siete años después. Pero serían aquellos dos parágrafos referidos a la contratación, en particular, los que iban a ocupar el centro del conflicto entrado el 2025.
Literalmente, la cláusula introducida por el gobierno de Xulio Ferreiro obligaba a la empresa que se hiciese con el servicio de recogida de residuos a seleccionar de manera preferente a los trabajadores temporales que hubiesen sido empleados habituales de la anterior adjudicataria. La medida procuraba garantizar cierta estabilidad al personal eventual, pero pasado el tiempo una operación policial aportó un significado fundamental que había pasado desapercibido.
En febrero del 2023 una minuciosa investigación de la Unidad Central de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) dejó al descubierto una trama corrupta supuestamente dirigida por el secretario general del STL, Miguel Ángel Sánchez, para lucrarse con el cobro de mordidas a personas en paro a cambio de empleos en las concesionarias de limpieza. El líder sindical, según la policía, urdió una enmarañada red clientelar apuntalada por prácticas de nepotismo, pago de favores y represión a los trabajadores rebeldes, con la que amasó, a través de dos sociedades instrumentales, una considerable fortuna en inmuebles, coches de lujo y activos bancarios.
Dos interpretaciones
«Si pierde el control de los temporales se le cae el castillo entero», señalan fuentes consultadas por La Voz sobre la causa judicial abierta por el STL con la esperanza de obtener una interpretación a su favor de los párrafos en discordia. «A ellos les interesa defender que la empresa tiene que contratar directamente de ese listado, independientemente de cómo trabaje el empleado, porque eso les permitiría controlar las contrataciones y tener más plantilla afín a ellos», apuntan otras fuentes. La lectura de la empresa, advierten, es radicalmente distinta. «Prezero sostiene que el listado ha de tenerse en cuenta, pero que al final se contratará en función del desempeño y la idoneidad del trabajador». El desenlace, crucial mientras no se redacte un nuevo pliego para una nueva adjudicación, vendrá de la mesa del juez.