Dos bueyes y un señor

Antía Díaz Leal
Antía Díaz Leal CRÓNICAS CORUÑESAS

A CORUÑA

MARCOS MÍGUEZ

El retaco acaba de descubrir a Sorolla y Luis Seoane, aunque no le suenen de nada sus nombres

22 ene 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

¿Qué tal la excursión? «Bien, pero era en ese museo donde fuimos una vez y pensabas que íbamos a hacer una torre de Hércules». «Claro —le contesto—, el de Belas Artes». «Pues no sabía que era ese y no me gusta porque hay partes muy oscuras». «¿Pero las partes con más luz te gustan?» «Esas sí, me gustan mucho».

Así fue el resumen de la excursión al museo de esta semana. No hay queja, teniendo en cuenta la edad del retaco y, sobre todo, su memoria. Dónde va aquel taller al que lo apunté por error y acabamos haciendo una improbable escultura cubista con trozos de cartón y tiras de lana, que hasta hace nada decoraba el salón.

Le pregunto si le ha gustado algún cuadro. «Sí», me dice. «Uno de dos bueyes y un señor, y los bueyes tenían unas cosas de colores que les tapaban los ojos. Y había uno que pensamos que era de Picasso, ¡pero no era!», cuenta, como si aquella sorpresa fuera la noticia de la mañana. Acaba de descubrir a Sorolla y Luis Seoane, aunque no le suenen de nada sus nombres, pero se ve que algo en ese boyero castellano y esas mariscadoras ha encendido una lucecita en su cerebro. Luego cuenta no sé qué de Ícaro cayendo, pero se enreda en el relato porque ese cuadro no se lo explicaron, el de al lado sí. ¿Y de qué era? No sabe, pero de pronto recuerda que salía Hércules con un perro. Arranca con otra descripción atropellada de un cuadro donde había muchos cuadros y dos señores comiendo y era una casa y había como un paisaje de Alaska, «¿sabes?», me pregunta. Pues no, qué voy a saber, le digo, y pienso en esa guía que ha conseguido mantener la atención de semejante público, dudando seguramente del caso que le hayan hecho, mientras en mi casa buscamos cuadros flamencos.