
Esta actuación supone un paso para la transformación de la fachada marítima de la ciudad
17 mar 2025 . Actualizado a las 21:09 h.En junio del año pasado el consejo de administración de la Autoridad Portuaria de A Coruña aprobó el desmantelamiento de los cargaderos de carbón y azufre de Repsol, situados en el muelle interior de la ciudad, en San Diego. Posteriormente la compañía tramitó las licencias pertinentes y, tras su obtención a finales del mes noviembre, han comenzado los trabajos en una superficie de actuación de más de 5.000 metros cuadrados.
El derribo de estas infraestructuras y los llamativos silos del muelle, que no se usan desde el 2015, cuando se trasladó el tráfico de sólidos a Langosteira, supone una inversión de 400.000 euros. En total, los sistemas de carga son aproximadamente 2.600 metros cuadrados de estructura, que incluyen las distintas edificaciones entre las que destacan los silos de 30 metros de altura cada uno, en los que se está trabajando estos días. Asimismo, en la medida se incluye la torre de intercambio con 24 metros o las naves de descarga de carbón y de azufre.
Desmontaje de equipos
Desde Repsol indican que, asimismo, se está llevando a cabo el desmontaje de los equipos consistentes en la cargadora de buques, tolvas, cintas transportadoras de ciclo cerrado con una media entre 7 y 17 m de altura, así como filtros y motores, entre otros muchos materiales que conllevarán un volumen total de 40.000 metros cuadrados.
Todos los residuos que se están segregando a causa del operativo están siendo separados para su posterior tratamiento mediante reciclaje y valorización.
Según señalan desde la compañía responsable de las instalaciones, está previsto que los trabajos continúen las próximas semanas hasta su total finalización.
Por otra parte, Repsol ya ha presentado el proyecto de demolición de los tanques de crudo existentes en el puerto interior para la concesión de las autorizaciones administrativas previas al inicio de esos trabajos.
Todas estas actuaciones forman parte de las acciones previas al traslado de todas las operaciones de tráficos existentes en el puerto interior, donde la compañía tiene concesión hasta el 2027. Repsol ya tiene en el puerto exterior la mayoría de sus tráficos portuarios, que el pasado año supusieron un total de 5,8 millones de toneladas entre crudo y sólidos (en torno al 60%) y está trabajando en la ingeniería para la segunda fase.