
No sé por qué nos sorprende que Supermán venga a comprar ganado a Galicia, teniendo en cuenta que Clark Kent fue criado por una pareja de granjeros en un pueblecito de Kansas
26 mar 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Meryl Streep tenía una granja en África, y Henry Cavill tiene otra en las afueras de Londres. De la baronesa Blixen no consta que alguna vez hiciera negocios con las vacas gallegas. Tal vez le habría ido mejor que con el café, a pesar de las dudas más que razonables sobre la adaptación de los rumiantes gallegos al clima de Kenia.
Pero ya se sabe que compartimos con los británicos nuestra innata adaptación a la lluvia. Así que es de suponer que una rubia gallega estará tan contenta pastando en Gran Bretaña como en Lugo. No sé por qué nos sorprende que Supermán venga a comprar ganado a Galicia, teniendo en cuenta que Clark Kent fue criado por una pareja de granjeros en un pueblecito de Kansas. Claro que en Kansas seguro que no han comido un pulpo o una ración de mejillones en su vida, ni nada que se parezca a las raciones que uno puede comer cualquier día aquí, en la plaza de España. Habría que preguntarse si el brujo de The Witcher, además de meterse en una bañera viral, se dedicaba a comer moluscos mientras perseguía bestias o enredaba con brujas.
La cuestión es que en Monte Alto no hay mutantes, que se sepa, ni descendientes del duque de Suffolk, ni espías internacionales contra los que pueda luchar un eterno aspirante a James Bond. Y sin embargo, somos así: puedes doblar una esquina un viernes cualquiera y encontrarte a un señor con un aspecto más parecido al de un campechano terrateniente inglés que al de un superhéroe o un hechicero, con sus vaqueros y en mangas de camisa, aprovechando uno de los pocos rayos de sol que nos han acompañado estos días. Somos así de riquiños: si viene Supermán, paramos la lluvia aunque sea un poquito. Faltaría más.