La conexión con Langosteira, última oportunidad para eliminar el pago de la AG-55
12 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Para eliminar un peaje, veinte años no es nada. Arteixo es el ejemplo. Acaban de cumplirse dos décadas de las manifestaciones que pedían una autovía sin peaje en el tramo entre A Coruña y Carballo. La AG-55 no solo acercaba Arteixo y la comarca de Bergantiños, sino que las unió en indignación. A ambos polos, sus alcaldes estallaron en protestas por el incumplimiento de la promesa del propio conselleiro, Xosé Cuíña: «Lean mis labios, la AG-55 será libre de peaje». Pero hoy en día, viajar de A Coruña a Carballo por esta vía cuesta 2,50 euros. El primer tramo abierto, hasta A Laracha, fue inaugurado por Manuel Fraga con nocturnidad y en medio de un fuerte despliegue policial para que el presidente de la Xunta no fuese increpado. Días después las manifestaciones se repitieron en Arteixo, lideradas por el alcalde Manuel Pose Miñones. Él acuñó el término de «fielato» para referirse al peaje. Considera que se perdió una oportunidad histórica. «Era o momento, sabiamos que se non o conseguiamos entón despois sería imposible, os políticos daquela dobraron o xeonllo ante a concesionaria. Polo motivo que fose, non se fixo; ás veces hai acordos que custa moito desfacer», recuerda el exregidor.
A aquella concentración acudió un joven Carlos Calvelo, de 23 años, estudiante de Arquitectura, en cuyas clases ya se hablaba de la autopista desde el punto de vista técnico. «Cuando inauguraron el primer tramo a Paiosaco, antes de que la abrieran al tráfico, algunos la fuimos a recorrer en bicicleta y ya comprobamos lo sinuosa y llena de curvas que era», explica hoy. Poco podía imaginar que años después él sería el alcalde de Arteixo y quien lideraría el segundo intento de tumbar las cabinas de peaje con ocasión del acceso al puerto exterior. Calvelo y Pose Miñones coinciden en que esta es la segunda oportunidad histórica. «Conocía gente de Meicende a la que le habían expropiado fincas para hacer una autovía ‘libre de peaje’, por eso luego se sintieron engañados».
La segunda cruzada
Durante este mandato, Carlos Calvelo ha abierto una dura cruzada contra Fomento que tuvo como punto álgido el sábado 2 de julio del 2016. Una caravana de coches recorrió el acceso al puerto exterior por los carriles libres de peaje para reclamar la gratuidad del tramo A Coruña-Arteixo. El alcalde ha repetido como un mantra su regla de tres: Fomento puede ahorrarse la obra de enlace que resta por hacer hasta la A-6 (tasada en más de 40 millones de euros) liberando el peaje para un tramo (puerto exterior-autovía) que sería prácticamente de la misma distancia que construyendo el nuevo enlace. Lejos de eso, el Boletín Oficial de Estado ha publicado recientemente el estudio del proyecto medioambiental para ejecutar la obra, repeliendo así la propuesta de Arteixo, denominada como Alternativa 0.
Un abogado coruñés se negó a pagar «por convicción de que era injusto»
El abogado coruñés Jesús Díaz se convirtió en uno de los símbolos de la protesta contra la concesionaria en 1998. Se negó a pagar las 50 pesetas del peaje. En la cabina le tomaron los datos y le dieron una autorización de paso. ¿En qué acabó aquel pleito? «La concesionaria me puso una conciliación pero al final no se atrevió a entrar a la sala y el juez decidió que no pagara las costas», recuerda Jesús.