Acantilados de infarto, cascada al mar, formaciones geológicas espectaculares, restos de molinos, y una gran furna en la franja que une A Laracha con Arteixo
05 sep 2023 . Actualizado a las 14:03 h.La franja costera que enlaza el oeste del municipio de Arteixo con el este del de Malpica (parroquias de Cerqueda y Cambre), atravesando toda la costa de Caión (A Laracha) y la de Carballo, es pródiga en furnas y belleza geológica (y en mucho más). Tal vez la más conocida sea la Furna Furada, casi un pleonasmo de no ser que las hendiduras son, efectivamente, dos: la que conecta con el mar en horizontal y la ascendente del cielo. Está en la parroquia de Rebordelos, en Carballo, justo en el límite fronterizo con Caión, y la merecida fama a su belleza le ha ido llegando con el tiempo, sobre todo por tener una pista de zahorra al lado y por series exitosas como Néboa. De hecho, esa hermosura se mantiene a los dos lados de ese punto, pero hay que tener algo de paciencia, una marea muy baja y el máximo cuidado en los pasos que se dan (piedras resbaladizas, elevaciones vertiginosas) posible para descubrir esos puntos. Hay más lugares así, con esos dos agujeros visualmente tan impactantes, incluso uno en plena playa de Caión, muy cerca del puesto de los socorristas, pero de un tamaño mucho menor, y apenas llama la atención.
Justamente al otro lado del territorio larachés, por el este de Caión (en otras palabras: por el oeste de Arteixo), en Sorrizo, donde ambos municipios se juntan, se encuentra otra furna seguramente más espectacular aún que la carballesa, que para los cómodos requiere dejar el coche bastante más arriba, pero no mucho.
Un acceso puede realizarse desde el lugar de Xermaña (Caión), y otro desde el propio Sorrizo, en esa carretera que también vertebra los dos concellos por la costa. Unos senderos llevan hacia esta llamada Punta da Torre, entre las breves ensenadas de Lourido y Folgueiro. Lo de Torre se debe a la antigua torre vigía, que ya aparece mencionada por José Cornide en su descripción el litoral de mediados del siglo XVIII, que recupera Xabier Maceiras en uno de los capítulos de Crónicas de Arteixo, y que cita en alguna de las rutas que ha realizado hasta esa zona, esas que merecen ser caminadas despacio, y que abren la boca de todos, no tanto por la dificultad como por lo que se ve.
Es un lugar de tal belleza que los dos concellos, A Laracha y Arteixo, trabajan para organizar una ruta con buenos accesos e información, como explica el regidor larachés. Caión y Sorrizo se unen o dividen aquí por una pequeña fervenza, la de Augacae o Augacai, que baja desde el monte de Alvite (Caión) por un regato estrecho, y que en época de lluvias es muy llamativa. Tal vez las anunciadas para esta semana le hagan recobrar su vigor. Precisamente junto a la Furna Furada hay otra cascadita similar, también fronteriza, y puestos a buscar similitudes, hasta entre Fisterra y Cee existe un caso parecido, la de A Mexadoira. Y, sin necesidad de tantos lindes, otra fervenza al mar bien llamativa es la de la playa de San Miro, en Cambre, Malpica.
Esta furna de A Torre en territorio arteixán necesita de muchos adjetivos para definir su espectacularidad y dimensiones. Hasta fue escenario, como la otra, de trabajos cinematográfico, en este caso de Retornos, de Luis Avilés (producida por Vaca Films), premiada en la Seminci y con éxito en Canadá. Y también de la serie de Telecinco Piratas, que no tuvo mucho recorrido, como recuerda, en ambos casos, Maceiras.
Como con todas las furnas, el tiento y la prudencia deben ser el principal capital de cara a su visita, que necesariamente incluye los restos de al menos un molino y unos paisajes de la costa atlántica de postal de las de antes.
Otros lugares de interés
La visita puede completarse, tierra adentro, y muy cerca, con una parada en los de la capilla de Nosa Señora da Estrela, ya en Monteagudo, justo a esa franja estrella de terreno en la que en un salto bien dado uno puede estar en tres municipios a la vez: A Laracha, Carballo y Arteixo. De esa capilla se ha editado un libro, obra de Beatriz Castro y Iago Rodríguez. Sus vistas sobre el mar y sobras las Sisargas evocan un pasado importante de peregrinación mariana importante, que recuerda a los restos de otra ermita, más al sur, la larachesa de Santa Marta, desde la que, curiosamente, las Sisargas también presiden el horizonte. Unas islas que casi pueden tocarse, yendo por mar, desde la furna de Sorrizo.