Las reservas de agua de las cuencas de Galicia-Costa recuperan la normalidad

Sara Pérez Peral
Sara Pérez LA VOZ

ARTEIXO

El embalse de Cecebre, en una imagen reciente
El embalse de Cecebre, en una imagen reciente César Quian

La Xunta ha desactivado las alertas y prealertas por escasez de agua y la sequía prolongada

15 nov 2023 . Actualizado a las 16:15 h.

Las abundantes lluvias de las últimas semanas han permitido desactivar las alertas y prealertas por escasez de agua y la sequía prolongada que todavía afectaban a varias cuencas de la Demarcación Hidrográfica Galicia-Costa, al haber recuperado niveles de normalidad. Algunas sumaban ya cuatro meses en números rojos. 

En una reunión el pasado 10 de noviembre, la Oficina Técnica da Seca ratificó que las reservas de agua de la demarcación de titularidad autonómica han vuelto a una situación de normalidad, «tanto en canto á situación de seca prolongada como á escaseza». 

Hasta entonces, había tres cuencas de A Coruña y Pontevedra con problemas de escasez de agua. El Diario Oficial de Galicia (DOG) ha resuelto hoy que se desactiva la situación de alerta por escasez de agua en la cuenca del río Mero, con Arteixo y la ría de A Coruña, que Augas de Galicia había prolongado en su última reunión del 25 de octubre al no conseguir el embalse de Cecebre el nivel necesario. Precisamente, el río Mero, en Betanzos, está en vigilancia por riesgo de desbordamiento

La Oficina Técnica da Seca también ha hecho decaer la prealerta en la cuenca del río Anllóns, costa de A Coruña y hasta el límite municipal con Arteixo, así como la que se encontraba activa desde el mes de julio en el subsistema de abastecimiento de Baiona. Lo mismo ha ocurrido con la situación de sequía prolongada decretada en las cuencas que van desde el río Mero a Ferrol y desde el río Mera hasta la ría de Ribadeo. 

Desde verano, técnicos de Augas de Galicia y representantes de Protección Civil, MeteoGalicia y las consellerías de Medio Rural y Sanidade han venido informando de la situación de las cuencas en base a dos parámetros: la escasez y la sequía prolongada. En el primer caso, lo que se analiza es si el agua disponible es suficiente para garantizar la demanda de la población, mientras que el segundo implica que en los ríos de esas zonas hay menos agua de la habitual en esa época del año.