Zigzagueó por la A-6 y la Policía de Arteixo lo localizó en O Seixedo, cerca de Sabón
01 feb 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Su historia es una de tantos ejemplos de irresponsabilidad al volante. Consume alcohol muy por encima de los permisos legales mientras disfruta de una fiesta y acto seguido conduce su coche por una autovía dibujando eses que ponen en peligro a otros vehículos. Finalmente, la policía lo somete a la prueba del alcoholímetro y este sube hasta rozar el 1 entero mientras apenas se le entiende lo que dice.
Pero este caso ocurrido en Arteixo tiene algunos ingredientes que lo hacen algo diferente. Salió de Carral y recorrió todo el tramo de la A-6 hasta el aparcamiento de O Seixedo. Pero quizá ese no era su destino porque se vio obligado a parar, ya que había perdido un neumático tres kilómetros antes. La llanta dibujó un largo surco en el asfalto.
Otro elemento diferencial es la excusa que puso el conductor cuando llegaron dos agentes de la Policía Local de Arteixo. Relató que conducía por la A-6 cuando se le pinchó una rueda que intentó cambiar allí mismo y, tras no poder, aparcó en el área recreativa de O Seixedo y empezó a beber antes de que llegara la policía que, según él, tardó más de una hora, lo que explicaría el alto registro en el alcoholímetro.
Esa fue su alegación ante la Audiencia Provincial, instancia ante la que recurrió después de que un juzgado de A Coruña lo condenase a un año y medio sin carné de conducir, así como a 9 meses de multa a razón de 6 euros por día.
Eran las diez y media de la noche del 11 de mayo del 2024 cuando la Policía Local de Arteixo recibió un aviso del 112 de un vehículo que iba zigzagueando por la autovía y con un neumático pinchado.
Llamada de un testigo
Poco después fue el propio testigo quien llamó directamente a los agentes, cuando estos se dirigían hacia la A-6, y les comunicó que el vehículo en cuestión se estaba dirigiendo hacia el área recreativa de O Seixedo. Es decir, en el momento de esa llamada, las 22.33 horas, el hombre estaba conduciendo su vehículo. La policía lo sometió a las pruebas de tasa de alcohol a las 22.55 horas y a las 23.17, arrojando respectivamente 0,94 y 0,95 miligramos por litro de alcohol expirado.
Según relataron, los síntomas de ebriedad eran evidentes en el conductor, como «el fuerte olor a alcohol, ojos apagados, pupilas dilatadas, habla pastosa, expresión verbal repetitiva, incoherencias, deambulación titubeante, cansancio y comportamiento arrogante y exaltado».
El acusado señaló que los policías habían tardado más de una hora en llegar, lo que explicaría la alta tasa de alcohol desde que empezó supuestamente a beber desde que estacionó en O Seixedo. Pero el argumento no es válido para el magistrado de la Audiencia Provincial, ya que a las 22.33 horas el vehículo estaba siendo conducido, y se lo sometió a él a la prueba apenas 20 minutos después. «La alta tasa de alcohol no es conciliable con la manifestación de que había empezado a beber en el estacionamiento», recoge el fallo. Además, el juez también tiene en cuenta el testimonio de los policías municipales, que percibieron «un fuerte olor a quemado originado por el roce de la llanta con el asfalto, evidenciando así que acababan de llegar a los pocos minutos que el acusado». Añade que en el vehículo «no fue localizado ningún tipo de bebida». Un agente declaró durante el juicio que al preguntar al conductor dónde estaban las bebidas que estaban consumiendo una vez aparcado, este contestó: «Si no están, no están». La Audiencia Provincial ratificó así la sentencia de primera instancia, manteniendo la retirada del carné de conducir durante 18 meses.