La labor de los inspectores veterinarios de salud pública comprende una vigilancia muy amplia
01 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.María López Junquera lleva la clínica Valdoncel de Betanzos junto a otro veterinario y además desde 1999 realiza sustituciones en la inspección veterinaria de los mataderos. En la última pandemia le tocó reemplazar en Santiago a un compañero que no podía arriesgarse a un contagio y precisa que en este campo no ha habido parón, porque es fundamental para la seguridad de la cadena alimentaria. «Como el resto de los sanitarios al principio las mascarillas y los elementos de protección eran más escasos, pero se ha seguido con la labor diaria», explica sobre el cometido de un puesto que se denomina inspector veterinario de salud pública de mataderos y cuya misión es esencial para la salud, pero también un poco invisible para el gran público. «En cada matadero hay varios veterinarios permanentemente y es personal esencial, es decir, estas plazas se han seguido manteniendo y cubriendo durante el estado de alarma, porque este trabajo no se puede dejar de hacer», detalla María sobre una tarea que abarca la inspección de toda la cadena de sacrificio: «De las condiciones de bienestar animal de los que llegan al matadero; de su estado; de cómo se hace el sacrificio; de la inspección post morten de las carnes y que el marcado sanitario se realice de forma adecuada, también se mira si la procedencia de los animales es de granjas autorizadas», detalla sobre un trabajo que previene de muchas enfermedades a los consumidores.