Ha registrado varias patentes de modelos de utilidad que facilitan el trabajo a cuidadores, obreros y jardineros
20 ene 2014 . Actualizado a las 10:34 h.Sebastián Cubeiro lleva más de 40 años dedicado a la madera, pero su inquietud le ha llevado a convertirse en inventor. Ya tiene registradas varias patentes, entre ellas, las de un sistema antitopos, un estabilizador de escaleras y una cama pensada para personas dependientes.
La cama es, quizá, su creación más ambiciosa. Registró la patente en España y a nivel internacional. Invirtió tres años en este proyecto y todos sus ahorros para confeccionar tres modelos diferentes que ahora comercializa. Lo hizo, explica, para dar respuesta a un problema con el que se encuentran los cuidadores de personas dependientes. «La gran pregunta de los cuidadores es cómo realizar la higiene del enfermo». Salvador les dio la solución. Creó una cama que sirve también de ducha e inodoro, pero que, sobre todo, facilita la labor del cuidador.
La cama consta de un mecanismo eléctrico que permite elevarla desde los 35 centímetros de altura hasta los 90 centímetros. También se puede levantar el respaldo o inclinar la camilla en diagonal por cualquiera de los dos extremos. El colchón, antihumedad y antiácaros, está seccionado en seis unidades, lo que facilita la operatividad. Debajo está la bañera y el desagüe.
Otros inventos
Además de la cama, Sebastián ha patentado como modelos de utilidad otros productos. Uno de ellos es un estabilizador de escaleras, válido para cualquier modelo, que facilita el trabajo en altura a cualquier tipo de profesional. Un pistón de gas unido a la plataforma posibilita inclinaciones de hasta 40 grados sin perder estabilidad. La normativa en vigor solo considera seguras las inclinaciones de más de 70 grados. Éste es precisamente el inconveniente que se encuentra Cubeiro para comercializarla. «Preguntan si es obligatorio y, cuando les digo que no, deja de interesarles». Otro de sus inventos es una máquina antitopos, que ahuyenta la animal insuflando humo en la galería.
Ahora Sebastián está trabajando en una vivienda prefabricada de 17 metros cuadrados que se puede transportar de una sola pieza. Y es que este carpintero cambrés no es capaz de frenar sus ansias de crear cosas nuevas. «También de algo hay que vivir», apunta.