La empresa que ejecuta las obras de la piscina de A Barcala «detectó un problema grave en la cubierta del edificio que impide abrirla al público», señalaron desde el Ayuntamiento cambrés. El problema está en una serie de grietas en el tejado que filtran gran cantidad de agua al interior «y que deben ser reparadas de forma urgente antes de que lleguen las lluvias fuertes y pongan en peligro, incluso, la reforma que se está ejecutando», subrayan. La obra que está terminada en estos momentos se adjudicó por 319.669,42 euros, 200.000 aportadas por la Diputación. Por eso, el alcalde de Cambre, Óscar Patiño, pedirá una entrevista con el gobierno del ente provincial «para que el coste de esta reparación sea sufragado por la Diputación y no recaiga en los bolsillos de los cambreses».