Arteixo y Cambre son los concellos del área que más sufren los problemas ocasionales en el suministro
21 jul 2018 . Actualizado a las 12:18 h.Vecinos de Arteixo y Cambre padecen desde hace meses problemas con el suministro del agua. En concreto, son muchos los que han mostrado su malestar ante una situación que explican «no es puntual». El problema también afecta de forma menos grave a otros concellos del área.
En el caso de Arteixo, varios vecinos declaran haberse encontrado con una desagradable sorpresa al abrir el grifo y ver que el agua salía de color marrón. La turbidez del líquido les ha impedido cocinar, ducharse o poner la lavadora en alguna ocasión. La incidencia también afecta a los electrodomésticos que puede verse dañados por la presencia de arenilla en el agua. «En mi caso vivo en el centro y nos pasa de vez en cuando. No es algo que pase siempre, pero tampoco es un problema puntual, ya que se repite en el tiempo», comenta María Rodríguez. En términos similares se expresa Mario Maceiras, que dice que «a lo largo del año ha pasado varias veces».
El concejal de Obras, José Ramón Amado, explica que desde el Concello son conscientes de que alguna vez el agua sale marrón, pero que su aspecto no afecta a la calidad. «El agua es perfectamente potable como demuestran los análisis. En cuanto al origen de problema, de momento lo desconocemos y se está trabajando en ello». Asimismo, comenta que «afecta en algunas zonas y en otras no».
En el caso de Cambre, fuentes municipales reconocen que actualmente no se sabe el origen de la incidencia que afecta sobre todo en O Temple. No obstante, para aclarar la situación, el ejecutivo local encargó un estudio a Emalcsa, empresa encargada del suministro en A Coruña y toda el área metropolitana.
Estudio de Emalcsa
De acuerdo con el análisis de la compañía, los episodios de turbidez se producen «en ocasiones» y su origen «es inherente a la composición de determinadas aguas de consumo». La empresa explica que la película formada por sustancias presentes en el agua potable que se deposita en las paredes internas de las tuberías es la causante de la incidencia. La compañía aclara que «el incremento de la turbidez es un fenómeno puntual y difícilmente predecible, ya que se genera por la composición del agua y el funcionamiento hidráulico del sistema de abastecimiento, aunque generalmente no supone un riesgo sanitario».
Asimismo, Emalcsa admite que esto origina alarma entre los clientes y los municipios del área. Por ello la empresa, apoyada por la Universidade da Coruña (UDC), está trabajando para analizar el fenómeno y minimizar «estos episodios aislados».
Las líneas de investigación que han puesto en marcha son el análisis de la reducción de la concentración de determinadas sustancias en el agua, con valores más exigentes que los marcados por la normativa sanitaria, un estudio sobre los elementos de conducción y el funcionamiento hidráulico de los sistemas de suministro, y también un informe sobre los métodos de desinfección final a la salida de la planta de potabilización. Del mismo modo se estudiará el efecto del empleo como desinfectante final de dióxido de cloro, en lugar de cloro gas.