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El concepto de huerta urbana triunfa en la zona rural de Cambre

CAMBRE

David Caamaño montó Hortas Come San.
David Caamaño montó Hortas Come San.

Éxito del proyecto Hortas Come San, que logra en sus primeros 30 días en funcionamiento alquilar siete parcelas con un contrato mensual

16 may 2023 . Actualizado a las 04:14 h.

El concepto de huertos urbanos comenzó a fraguarse en las ciudades por el ansia de los vecinos de hacer una pequeña incursión en las labores del campo y, a la vez, conseguir verduras para el autoconsumo. En el caso de A Coruña, este modelo cuajó rápido, hubo hasta lista de espera para poder acceder a un terreno en algunos de los huertos habilitados y también se sucedieron las peticiones para que se ampliase su número. Allí se habilitaron más de 300 parcelas en el Agra do Orzán, Novo Mesoiro y en los parques de Eirís y Adolfo Suárez en una apuesta por expandir la agricultura ecológica.

Esa idea inspiró a David Caamaño, un vecino de Sigrás, que decidió replicar la propuesta en Cambre bajo la denominación Hortas Come San. Fontanero de profesión adquirió una finca, situada entre A Barcala y Cambre, de más de 3.000 metros cuadrados en la que él también planta y decidió dedicar el resto a alquiler para los que quieran contar con su propia producción.

«Compramos a finca, puxen unha invernadoiro para min e hai unha zona verde con froiteiras e herba e o resto dediqueino a parcelas. Haberá entre 20 e 25 parcelas para alugar», comenta Caamaño, que puntualiza que cada inquilino disfruta de un terreno mínimo de 50 metros cuadrados.

Caamaño apunta que al mes de poner en marcha esta iniciativa ya cuenta con siete inquilinos. «Hai movemento, xera interese», asegura, indicando que se suceden las llamadas interesándose por el proyecto.

Apunta que cuestiones legales retrasaron la puesta en marcha, pero remarca la buena acogida que están teniendo las huertas, para las que el inquilino firma un contrato. «Non hai permanencia, o contrato é mensual, non hai que pagar fianza nin nada, a finca está pechada e faise a entrega da chave do portalón», especifica sobre un terreno en el que está abonado con estiércol para que sea fértil, y al que ha instalado cámaras para evitar actos vandálicos.

«Cada dúas hortas teñen unha toma de auga, e as ferramentas son comunitarias, hai carretillo e utensilios para plantar», comenta. Asegurando que los inquilinos no tendrán que traer nada y serán asesorados en lo que necesiten.

«Para patacas non daría, pero organizándote podes coller leitugas, pementos, tomates, berenxenas e cebolas para unha familia», apunta. El precio por contar con una parcela de 50 metros cuadrados es de 30 euros al mes, mientras que las de 100 cuestan 50 euros.