Entregan en un punto limpio de Cambre bolsas con una granada y varios proyectiles

Toni Silva CAMBRE / LA VOZ

CAMBRE

Lugar donde dejaron las bolsas de supermercado con munición en su interior.
Lugar donde dejaron las bolsas de supermercado con munición en su interior. Toni Silva

«Aquí vemos de todo pero nunca te esperas algo así», señala el operario de la instalación

02 jul 2024 . Actualizado a las 18:14 h.

Era una pareja normal que pasaba por el punto limpio y paró a dejar unas bolsas de supermercado. El operario las aceptó sin problema, aunque no es lo común recibir residuos de particulares en una planta destinada a las empresas del polígono Espíritu Santo en Cambre (A Coruña). Poco antes de cerrar la instalación, el trabajador revisó las bolsas para clasificar los contenidos. Retiró cartones, una macetas de plástico y entonces vio algo que comenzó a inquietarle. «Era una granada, ¡una granada!», exclama Víctor, el operario del punto limpio empresarial. Pero continuó revisando las tres bolsas y descubrió más armamento: dos cajas de proyectiles. «Al principio pensé que la granada era de juguete, pero cuando le vi el seguro ya me puse nervioso», explica. Cerró la instalación y al día siguiente, a primera hora, llamó a la Policía Local de Cambre para contar el hallazgo. Estos contactaron con la Guardia Civil, que aparecieron en el punto limpio a los pocos minutos. El grupo de especialistas en desactivación de explosivos (tédax) trabajó toda la mañana y se llevó la granada y las balas. Según fuentes del cuerpo de seguridad, la primera estaba desactivada, mientras que los proyectiles fueron destruidos.

«En los puntos limpios vemos de todo, pero esto nunca te lo esperas», explica Víctor, quien censura el comportamiento de la mujer que dejó las bolsas sin avisar del peligroso contenido. «Es que no tenían ni que haberlo traído aquí, no se puede jugar con un material de ese calibre. ¿Y si yo hubiera arrojado la bolsa a un contenedor o hubiera caído fuego a las bolsas? La gente debería tener más raciocinio», añade el operario.

Precisamente en este municipio hubo otro episodio hace un año protagonizado por una granada. Esta vez fue en plena calle, en un parterre, donde una vecina creyó que recogía una piña y se vio con el arma en la mano. Asustada, la dejó detrás de una señal de tráfico y corrió a casa para llamar a la Policía Local y darles la ubicación. También entonces avisaron a la Guardia Civil y los tédax. La granada estaba cargada y era de la época de la Guerra Civil.