Es de Carral y, con 27, lleva nueve años practicando un deporte en el que ahora se coronó en Thailandia
16 dic 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Con los efectos del cambio de hora ya asimilados, Airi Rodríguez Domènech (Carral, 1996) ya es plenamente consciente de lo logrado el pasado fin de semana en Pattaya, Thailandia, a más de 10.000 kilómetros de casa. Allí, la deportista del Club de Tiro Olímpico A Laracha fue nada más y nada menos que la mejor del mundo en la categoría Lady de la modalidad Standard Manual con escopeta. Se impuso por delante de la brasileña Acosta y la alemana Ott.
«Una experiencia inolvidable», dice, como no podía ser de otra manera. Ayer, repasó en Radio Voz Bergantiños su aún corta trayectoria, pues solo lleva nueve años compitiendo.
—¿Cómo empezó en este deporte?
—Con 18 años me saqué la licencia porque tenía un familiar que ya lo practicaba y me animó varias veces, aunque era reacia. Fui a probar y pronto me enganché. Uno de mis primeros profesores fue Jesús Ferreiro —presidente del Club de Tiro Olímpico A Laracha— y ya desde el principio me enseñó mucho. A los 21 comencé a competir por otros lugares de España como Lleida o Granada. A los 22 empecé a ir a pruebas internacionales y, poco a poco, pues mira, ¡A dónde he llegado!
—Todo un campeonato del mundo.
—Una pasada. En un país totalmente diferente al nuestro, con varios países y unas 700 deportistas. No imaginaba que fuese a llegar a tanto. Además duró toda una semana, el clima era total opuesto al de aquí y había mucho estrés.
—Con qué expectativas viajó?
—A ver, sabía que lo podía hacer bien porque mi entrenador es David Davite, campeón de España cuatro veces, y me veía con posibilidades. Pero yo me imaginaba acercarme al podio o intentar subirme, pero no estar arriba de todo. No obstante, también es verdad que llevo entrenándome mucho tiempo. Ya había conseguido ser la mejor en el Campeonato de España y segunda entre hombres y mujeres, lo que me clasificó para este Mundial.
—Es un deporte en el que las diferencias se achican entre ellos y ellas.
—Sí, la principal es el tiempo que llevan practicándolo, porque las mujeres empezaron hace relativamente poco. Entonces, ver a una entre los mejores pues tampoco es tan común.
—Fue campeona en recorrido de tiro con escopeta ¿Qué diferencia hay con el tiro convencional?
—Hay que enfrentarse a un ejercicio en el que puedes comenzar sentado o tumbado. Tienes tres minutos para memorizar un ejercicio en el que hay que disparar a diferentes tarjetas y platos. Luego hay que hacerlo y claro, tienes que saber bien dónde está cada objetivo.
—¿Le costó cogerle el gusto?
—No, pronto me enganchó porque es un deporte muy completo. Hay que correr, tener agilidad, explosividad para salir de un sitio, precisión a la hora de disparar, memoria... Sería genial que tuviese más visibilidad porque estoy segura que es un deporte que atraería a mucho más público.
—La poca visibilidad va casi siempre relacionada con la dificultad para que salga rentable ¿Es su caso?
—Lo cierto es que es muy difícil reunir dinero. Yo, por el momento, me pagué todo por mí misma y es un esfuerzo muy grande. Trabajo de fisioterapeuta y prácticamente todo lo que gano va para costearme los viajes para competir. Sí que es cierto que va llegando alguna ayuda, pero por el momento son escasas. Ojalá en los próximos años siga creciendo.
—¿Hay posibilidades de que esta modalidad entre en el ciclo olímpico?
—Pues parece que sí. Por ahora aún no forma parte, pero por lo que sé lo están intentando. Creo que acabará entrando, a ver si en un par de años porque ya en la pandemia estuvo cerca.