«La gente tiene una idea bastante acertada acerca del testamento, lo que le da miedo es el coste»

Los testamentos, las herencias y las últimas voluntades fueron los aspectos abordados en una de las charlas organizadas con motivo de la Semana dos Avós de Carballo. El notario Javier Manuel Elbo Ferrant (A Coruña, 1970), alumno de la segunda promoción de la facultad de Derecho herculina e instalado en la capital bergantiñana desde el año 2008 tras haber pasado previamente por Ribadavia (2002) y Vimianzo (2006) fue el encargado de clarificar todas estas cuestiones.

-¿Cómo fue ese encuentro con los participantes en la Semana dos Avós?

-Hablamos un poco de la conveniencia de hacer testamento, de los casos en los que es recomendable y de aquellos en que resulta imprescindible para evitar pleitos. También hablamos del tema de los impuestos sobre todo para despejar temores porque según la ley gallega cuando heredas la vivienda o una empresa habitual o cuando tienes un parentesco próximo hasta cantidades muy fuertes de dinero están totalmente exentas de pagar impuestos, que es algo que mucha gente no sabe. Y también expliqué que en el testamento se pueden regular más cosas que lo estrictamente patrimonial: como nombrar tutores para los hijos menores de edad para el caso de que los padres falten antes de tiempo o reconocer que un hijo ha hecho reformas en la casa. Y tratamos también dos temas bastante desconocidos: el testamento vital, que permite designar a un representante que decida, en caso de que nosotros no podamos hacerlo, si se nos opera o no o se nos prolonga la vida, y la autotutela, que permite designar un tutor para casos como si padeces alzhéimer.

-¿Qué grado de conocimiento hay sobre estas cuestiones?

-La gente tiene una idea genérica bastante acertada del testamento; lo que le da más miedo son los costes, pero en realidad es un documento que anda por los cuarenta y tantos euros en el caso de uno sencillo. Además, el asesoramiento es gratuito.

-La gente suele ser previsora o deja estas cuestiones para el último momento.

-Hay de todo. Hasta hace unas décadas las personas solían hacer testamento muy al final, de ahí la leyenda aquella de decir ?hizo testamento y murió?. ¿Por qué? Porque lo hacían muy ancianos o cuando estaban ya enfermos de una dolencia terminal. Pero hoy en día, afortunadamente, vemos jóvenes que ya hacen testamento. Un caso típico son las parejas estables de chicos que compran un piso y hacen testamento para que en caso de morir lo herede el otro y no los padres, que sería lo que dice la ley. También hay casos de gente que ha tenido en la familia la experiencia de alguna persona que no hizo testamentos y los problemas que eso da, y en ese momento se dan cuenta y vienen a hacerlo. Las edades varían desde los veintitantos años hasta los noventa y tantos. Yo una vez hice uno en la zona de Bamiro-A Piroga de un señor de 102 años que estaba muy bien de la cabeza, caminaba solo y leía y firmaba sin gafas.

-¿Se producen muchas disputas por cuestión de testamentos y herencias?

-Evidentemente, hay líos, diferencias y pleitos, pero nuestra visión puede ser sesgada porque como los hacemos nosotros somos los que los vemos; es como si le preguntas a un médico si hay muchos enfermos. Pero aunque hay litigios creo que no son tantos como piensa la gente.

-¿Cómo han afectado los cambios legislativos al respecto que hubo en Galicia?

-En verano del 2006 hubo una reforma de la ley gallega que, en mi opinión, ha sido muy ventajosa porque ha dado más libertad a quien quiere repartir la herencia al reducir la legítima [lo mínimo que hay que dejarle a los herederos] y en parte agilizó algunas normas de reparto. No es la ley perfecta, pero fue un avance muy importante con respecto a la regulación anterior.

-¿Y esta modificación se tradujo en muchos cambios de herencia?

-No hubo muchos cambios porque poca gente se enteró de esa modificación tan significativa. Antes, dos tercios de la herencia había que dejárselos a los herederos y ahora es solo una cuarta parte; las tres restantes se las puedes dejar a quien quieras y sin dar explicaciones. De lo que sí se ha enterado la gente es de la fiscalidad que ha ido mejorando, como ocurre con los anticipos de herencia en vida, que permiten hasta ciertas cantidades no tener que pagar impuestos.

-Una última recomendación.

-Que el testamento nunca perjudica porque es confidencial y secreto en vida y se puede cambiar en vida las veces que uno quiera, evidentemente, mientras estemos vivos y bien de la cabeza. El único inconveniente podría ser el coste, aunque entiendo que es relativamente razonable y reducido, y la molestia de ir al notario, pero para la mayoría de las personas es un trámite sencillo y rápido.

javier manuel elbo ferrant notario

«El cambio de la ley gallega ha dado más libertad para repartir la herencia»

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