
El alcalde rechaza ahora que la duna pudiese haber minimizado los destrozos
09 mar 2014 . Actualizado a las 12:50 h.Los daños provocados por los últimos temporales en la Casa de los Peces ascienden a 200.000 euros, confirmó ayer el alcalde, Carlos Negreira, en el programa Cita en María Pita, de Radio Voz. Los desperfectos sufridos por el Acuario, que hasta este lunes había resistido incólume las embestidas del mar causadas por el fuerte tren de borrascas que azotó Galicia desde el pasado diciembre, suponen solo la quinta parte de la factura total, que rondará el millón de euros, estimó el alcalde. También destacó que nunca antes una ola había causado «tantos estragos en esas instalaciones» y calificó la oleada de temporales de «excepcional».
El alcalde rechazó que la duna que se levantaba en las playas «pudiese haber minimizado el efecto de los temporales». Recordó su «efecto negativo para la visión de la fachada marítima» y aseguró que «puede ser efectiva para olas de unos cuatro metros, pero no para grandes temporales con olas de nueve o diez, como ya se demostró en los años 2008 y 2010».
Es más, el alcalde calificó de «leyenda recurrente» la efectividad de la duna e insistió en que «casi no da respuesta y menos ante un tren de temporales». Aunque después admitió que podría «atenuar algo», pero no de forma «eficiente» enfrentada a «esas olas y ese viento».
Pero esa supuesta falta de efectividad no impidió que la semana pasada las excavadoras volviesen a la playa de Riazor. Tenían el objetivo, según explicó entonces el gobierno local, de mover 60.000 toneladas de arena y levantar un «espigón» a diez metros del paseo. En el espacio intermedio se dejaría una «depresión» que oscilaría entre un metro y un metro y medio de profundidad. La estructura, según los mismos comunicados del gobierno local, serviría para evitar que las olas volviesen a invadir el Paseo Marítimo.
Ese «dique» o «espigón», al que el alcalde prefirió ayer referirse como «una especie de foso», apenas pudo ser levantado por el corto período de calma que hubo entre temporales. El alcalde afirmó el miércoles que apenas habían «tenido tiempo de tomar medidas», aunque las borrascas no arrancaron hasta el 15 de diciembre y la duna solía levantarse en otoño, alrededor del mes de octubre, cuando también se podía haber instalado ese «dique» o «espigón» que tiene tanto parecido con ella.