
Fue un neoyorquino millonario, coleccionista y escritor con una gran pasión por la cultura hispánica
01 feb 2016 . Actualizado a las 22:44 h.En la primavera de 1892, un joven norteamericano, alto y robusto, desembarcó en A Coruña procedente de La Habana. Era Archer Milton Huntington. Tenía 22 años y había nacido en Nueva York. Hijo de John Worsham y Arabella Duval, su madre se casó en segundas nupcias con el millonario Collis Potter Huntington quién lo adoptó y le dio su apellido.
Su padrastro fue una de las grandes fortunas de Estados Unidos, siendo fundador de la compañía ferroviaria Central Pacific Railroad y de los astilleros Newport News Shipbulding. Desde su adolescencia Archer tenía una gran pasión por la cultura hispánica y ahora, en A Coruña, iniciaba su primer viaje por España. Iba acompañado por el también neoyorkino William Ireland Knapp, de 57 años, profesor de lenguas en la Universidad de Yale. Su tutor ya había estado antes en España como predicador evangélico y había fundado en Madrid, el 10 de agosto de 1870, la primera Iglesia Baptista española. Conocedores ambos del idioma, la cultura y la historia pretendían visitar todo el norte de España y en Castilla seguir los pasos del Cid. Con las impresiones de su periplo, Huntington escribiría Note-Book in Northern Spain, que se publicaría en 1898.
Tras instalarse en el Hotel de Europa, situado en San Andrés, ambos viajeros dieron una vuelta por la ciudad, acercándose hasta la torre de Hércules, cuya foto e historia, junto con otras anécdotas, incluyó Huntington en su libro. Por ellas sabemos que fue a la parada de la ferro-carrilana, situada en la esquina de la calle Real y Rúa Nueva, y que para conseguir dos billetes a Santiago entró en el café donde se encontraba el mayoral de la diligencia.
La escena le impresionó gratamente. Allí estaba Domingo Sande, el mayoral, bebiendo y hablando mientras en otras mesas se fumaba y jugaba a las cartas; según Huntington sus facciones no revelaban la dignidad latina castellana sino el temperamento explosivo de los celtas. Acogido por el mayoral, Huntington observó cómo este, con sus elocuentes quejas sobre las contribuciones y los gobernantes, se convertía en un orador improvisado que atraía la aprobación de todos los presentes. Tras desahogarse fogosamente, «no hubo resultado» anotó el norteamericano que vio en ello el mismo espíritu que el de los líderes irlandeses luchando por la libertad sin conseguirla. A la mañana siguiente, a las 12.00, la ferro-carrilana, tirada por cuatro mulas y seis caballos, emprendió camino hacia Santiago. En ella iban Huntington y Knapp emprendiendo su aventura.
Callejero
Andando los años Archer Milton Huntington se convertiría en «el campeón de España en los Estados Unidos». Además de escritor, poeta y editor en castellano, conseguiría formar, gracias a su fortuna, la mejor colección privada bibliográfica y artística hispánica en Norteamérica. En 1904 fundaría la Hispanic Society of America en Nueva York, a la que legó todas sus colecciones, con la finalidad de fomentar los estudios hispánicos en Estados Unidos.
Milton Huntington murió en 1955, pero desde 1958 da nombre a una de las calles del barrio de Labañou.
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