Condenado por pegar y llamar «panchita» a la enfermera que cuidaba a su padre en el Chuac
A CORUÑA CIUDAD
«Vete a tu país», le dijo el acusado después de que la sanitaria le pidiera que no se sentase en la cama
22 dic 2016 . Actualizado a las 07:54 h.La estancia de un hombre en la octava planta del Complejo Hospitalario Universitario A Coruña (Chuac) fue un «infierno» para el personal médico. No por el paciente, un hombre mayor que había sido trasplantado del corazón, sino por su hijo, que desplegó un «aberrante comportamiento» durante el tiempo en que estuvo su padre ingresado. Entre otras cosas, el acusado llamó «panchita» a una enfermera y le dijo que se fuera a su país. No contento con eso, otro día se cruzó con ella y le dio tal empujón que la tiró al suelo. Por ello fue juzgado y condenado a un año de prisión como autor de un delito de atentado. Además, deberá pagar una multa de 180 euros por una falta de lesiones. Tendrá también que indemnizar a la enfermera con 1.350 euros.
Los hechos sucedieron en agosto del 2014, mes en el que el padre del procesado estuvo ingresado en la planta de Cardiología. Buena parte del tiempo estuvo acompañado por su hijo, que entonces tenía 21 años. En uno de aquellos días, una enfermera entró en la habitación y le dijo al acusado que no se podía sentar en las camas de los trasplantados, a lo que él le respondió: «Panchita, vete a tu país. Si no están contenta, vete». Unos días después, la misma sanitaria acudió a la planta para atender una llamada de urgencia de una de las habitaciones por una parada cardíaca. Cuando se cruzó con el procesado, este le metió el cuerpo, la golpeó en el cuello y la empujó, arrojándola al suelo y causándole pequeñas heridas.
Durante el juicio, el hombre alegó que la enfermera le tenía manía de ahí que, según reconoció, le dijese que se fuese para su país. «Tal afirmación es absurda. La mínima educación y lógica ya impone no sentarse en la cama de un enfermo», dice el juez en la sentencia. Recuerda el titular del juzgado de lo Penal número 2 que en el momento en el que el acusado agredió a la sanitaria «corría peligro la vida de una persona y la mujer acudía a tratar de salvarla. También echa mano el juez de las declaraciones de testigos, que denunciaron el mal comportamiento que tuvo el procesado durante la estancia de su padre en el hospital.