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Así era la torre de Hércules romana

rodri garcía A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

Javier sALGADO

Xosé Alfeirán presenta hoy en el Casino la nueva imagen del faro que aumenta tres siglos la pervivencia de la rampa exterior

25 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La idea inicial era escribir un artículo de 8 folios sobre las bóvedas de la torre de Hércules para la revista Nalgures, la publicación anual de la Asociación de Estudios Históricos de Galicia. Al final, el historiador Xosé Alfeirán ha escrito 80 páginas para contar cómo ha descubierto Una nueva imagen de la Torre de Hércules (1086-1684): el faro romano. Este es título del trabajo que recoge dicha publicación, un texto en el que desvela, basándose sobre todo en dos imágenes, cómo era realmente el faro romano.

La presentación del dicha revista tendrá lugar esta tarde, a las 20.30 horas, en la tercera planta del Sporting Casino, y «este número es un homenaje póstumo a José Luis López Sangil, que fue presidente y miembro fundador de la asociación», explica José Bértolo, que será uno de los encargados de la presentación, junto con José Enrique Benlloch del Río. En el acto, Alfeirán disertará sobre esta nueva imagen, que permite ver «tal y cómo era la torre en la época romana». En un documentado trabajo, Xosé Alfeirán viaja hacia atrás en el tiempo y recoge como «en 1369 el rey Fernando I de Portugal entró en Galicia». A Coruña contaba entonces con Casa de la Moneda donde el monarca acuñó nuevas monedas y una de ellas «fue el llamado medio tornés tipo torre porque en la cara del reverso tiene acuñada una torre». La teoría de que la misma era la de Hércules fue sugerida en 1936 por César Vaamonde Lores en De monetaria gallega; en 2015, el investigador portugués Rui M. S. Centeno publicó un trabajo sobre una colección de dichas monedas y llegó a la conclusión de que la torre que aparecía en el reverso «era el faro romano de A Coruña y que, como emblema de la población coruñesa, se utilizaba para simbolizar la soberanía del rey portugués sobre la ciudad».

Según afirma Alfeirán en su investigación, «la magnífica conservación de ese medio tornés de la colección Fontes Pacheco nos permite observar detalles hasta ahora desconocidos de la Torre. Está representada con una estructura bien conservada, construida y formada por hiladas de sillares, en opus quadratum, tiene una gran entrada elevada y parece estar asentada sobre una especie de podio».

Otro dato que destaca el historiador es que está rematada en cúpula, por lo que coincide con la imagen que hay de 1552, y «en su conjunto nos recuerda el modelo más esquemático del sello de 1448 y coincide con el dibujo del francés Pierre Garcie de 1484». Por todo ello, Alfeirán coincide con Rui M. S. Centeno en que «esta imagen representa el aspecto que tendría la Torre en la época romana». De todos modos, reconoce que la imagen del investigador francés, que mostraba una gran puerta elevada y el remate en una cúpula con una abertura lateral, tenía en su base algunos elementos difíciles de identificar. Concluyó que se trataba de una zona de arcos que cambió con el tiempo.

Uno de los cambios que supone este hallazgo es que la rampa-escalera exterior, «por la que nunca subieron carros», se conservó hasta el siglo XVI, usándose sus sillares para reforzar las fortificaciones de la ciudad ante los sucesivos ataques que llegan por mar. Esto aumenta tres siglos la pervivencia de dicha estructura. Además, «en 1684 no fueron horadadas, por orden del duque de Uceda, las bóvedas interiores de la torre de Hércules; ya lo estaban desde el siglo XVI». Y fue en ese año cuando la torre recuperó su función de faro, «que había perdido seguramente desde el fin del imperio romano».