José María Bello Diéguez deja el Museo Arqueológico por jubilación
A CORUÑA CIUDAD

El gobierno municipal sacará a concurso la plaza para dirigir las instalaciones del castillo de San Antón
05 sep 2017 . Actualizado a las 10:10 h.«El primer contacto que tuve con la arqueología fue una visita fallida, porque terminamos perdiéndonos, que hice con mis padres al castro de Elviña cuando tenía unos cinco años». Esto contaba, al pie de la torre de Hércules, José María Bello Diéguez (A Coruña, 1952), que tras llegar a la edad de jubilación acaba de dejar la dirección del Museo Arqueológico. Este licenciado en Geografía e Historia por la Universidad de Santiago llevaba 20 años al frente de las instalaciones del castillo de San Antón donde están depositados los restos encontrados en las intervenciones que él mismo dirigió en el castro de Elviña durante esas dos décadas.
Pero la trayectoria profesional de José María Bello está ligada también al dolmen de Dombate donde, a finales del verano de 1988, inició tres campañas de excavaciones que dieron lugar a uno de los más importantes hallazgos del arte rupestre del noroeste peninsular con la aparición de pinturas y grabados en el dolmen. Con motivo del 25.º aniversario del inicio dichas excavaciones, Bello participó, junto con otros integrantes de aquella tarea como Manuel Lestón, en los actos conmemorativos; en esa ocasión volvió a visitar el yacimiento de Cabana de Bergantiños al que se había negado a regresar durante años: «Estaba cansado del asunto por tanta paralización y por ver cómo se iba degradando progresivamente sin que se hiciese nada para evitarlo», explicaba en las páginas de este diario.
José María Bello empezó a trabajar en 1985 en el servicio de arqueología de la Xunta y siete años más tarde fue nombrado arqueólogo municipal del Ayuntamiento coruñés. «En 1991 me encargaron el comisariado del bicentenario de la rehabilitación de la Torre. Y no digo reconstrucción porque lo que hicieron en el siglo XVIII fue solo ponerle un jersey, que el interior es romano», recordaba en los días previos a la elección del faro como patrimonio de la humanidad en cuya base también llevó a cabo diversas excavaciones.