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El bar adonde nunca llegó la crisis

A CORUÑA CIUDAD

DANIEL AMBROA

08 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Manuela habla con retranca. «Levo trinta anos traballando con meu marido e aínda nos podemos mirar á cara», comenta la cocinera y propietaria del bar As Lanchiñas, en la calle Nicomedes Pastor Díaz. Uno de esos locales sin demasiadas pretensiones, pero que siempre está lleno de gente. De los de clientela fiel. «Traballamos máis o pescado, sempre fresco, nunca conxelado, e menos as carnes, pero din que facemos unha carne asada que quita o hipo», apunta Manuela Santos Espasandín, natural de Vimianzo. En 1987 abrió con su marido, Manuel Pérez Souto, este negocio en un bajo que años atrás ocupó el bar O Turista. «Pusémoslle As Lanchiñas porque está ao lado do porto», explica. Con motivo del 30.º aniversario del establecimiento invitaron a unos pinchos a los asiduos. «Funciona moi ben o menú do día durante a semana. Facemos callos os xoves e os sábados. Aquí non notamos a crise», sentencia esta mujer que tuvo tiempo para criar tres hijos (ahora tienen 34, 31 y 25 años) sin dejar de dar de comer a centenares de clientes.