Emalcsa exige proteger el lago de As Encrobas para costear la obra de conexión
15 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Global e inexorable, la sequía está favoreciendo las políticas cooperativas. Este viernes todos los municipios que beben de Cecebre publicarán un bando conjunto informando a los vecinos de las restricciones que se aplicarán de forma inmediata para racionalizar las reservas del pantano, menguado al 38 % de su capacidad después de un año y medio sin lluvias intensas.
El racionamiento del agua es una llamada de atención a la población y la industria para que se corresponsabilicen del uso y abuso de los recursos, y en principio solo afectará a los consumos públicos (fuentes, parques y baldeos de calles), aunque el plan también pretende controlar los riegos privados, sin consecuencias aún, pero como un aviso para navegantes por si la situación se complica. «Pensamos que non imos chegar a un estado de emerxencia, pero poderíanse penalizar os consumos excesivos. Estaríamos habilitados», explica María García, concejala de Medio Ambiente, al amparo del Plan de Sequía de la Demarcación Hidrográfica Galicia-Costa, que autoriza «la modificación de la estructura tarifaria» en condiciones de alerta como la actual.
También a propósito del déficit de precipitaciones se han reanudado las conversaciones entre la sociedad municipal Emalcsa, la autonómico Augas de Galicia y la Consellería de Medio Ambiente para avanzar en el proyecto para conectar el lago artificial con el que Fenosa regeneró el entorno de la extinta mina de lignito de As Encrobas, en Meirama, una gigantesca balsa de más de 24 hm3 de agua -otro Cecebre-, con el río Barcés y, a través de él, con el pantano que desde 1977 abastece a 385.000 habitantes del área metropolitana a razón de 130 litros (en A Coruña) por persona y año.
Augas de Galicia ejecutó la fase inicial: la toma de agua a 15 metros de profundidad de la superficie del lago y un falso túnel de 140 metros hasta la cámara de válvulas, que había que realizar antes del llenado del gigantesco vaso y se remató en el 2015 con una inversión de dos millones de euros. Queda abordar el trecho de 1,3 kilómetros de canalización hasta el cauce del Barcés.
Emalcsa, muy interesada desde el principio en un proyecto que garantizaría el suministro para los próximos cien años, está dispuesta a costear la obra y se ha comprometido a reservar una partida en los presupuestos del 2018 para tal fin. A cambio, exige a Augas de Galicia que se proteja el lago y que se blinden los usos, una vez que el espacio pase a dominio público, de vertidos, contaminación difusa o actividades nocivas para garantizar la calidad del agua.
«Meirama é un entorno sen explotar e defendemos a visión dunha reserva natural, como Cecebre, que priorice usos compatibles co mantemento do entorno e a calidade de auga. Estanse facendo informes, o contacto é fluído, hai que sentarse e falar do rol e da responsabilidade de cada entidade», acota María García.
El millonario plan para repartir la mina entre Cerceda y Fenosa lleva 10 años enquistado
El Concello de Cerceda y Gas Natural Fenosa siguen sin alcanzar, diez años después, un acuerdo para repartirse el entorno de la antigua mina, unas 613 hectáreas de terreno, que incluye el lago del que en el futuro se va a extraer agua para abastecer a Cecebre. Se trata de un proyecto tasado en unos 60 millones de euros, cuantía reducida a los 25 millones en caso de que no se ejecutase el polígono previsto en la zona.
En el 2007 arrancaron las conversaciones, una vez concluida la actividad extractiva. El Ayuntamiento buscaba la reordenación de la zona industrial, crear un eje productivo entre O Acevedo y Sogama y apuntalar la red de comunicaciones con enlaces con mesón do Vento, A-6 y la AP-9.
La propuesta inicial consistió en la recalificación de los terrenos de la antigua escombrera para ser repartidos al 50 %. Posteriormente, surgió una segunda posibilidad, con la que, en el 2010, se habría llegado a un principio de acuerdo. La compañía cedería al concello cuatro millones de metros cuadrados. A cambio, el Ayuntamiento se comprometía a recalificar 500.000 metros cuadrados, que Fenosa destinaría a uso comercial, industrial, almacenaje y distribución. De forma paralela, el Concello recalificaría otros 3,4 millones de metros cuadrados, pertenecientes a una segunda escombrera, donde la gasista tenía intención de construir una planta de biomasa, que en principio debería estar operativa este año. Augas de Galicia se quedaría como titular del lago de As Encrobas. Sin embargo, este acuerdo sigue sin cerrarse diez años después.