
Manel Botana estaba ayer como en una nube. Como una moto. «Mereció la pena. La gente quedó encantada e impresionada», comenta sobre la gran inauguración de su nueva tienda de motos Yamaha en el número 444 de la avenida de Finisterre. «El cliente puede ver cómo le reparan la moto. Como los restaurantes de alto nivel, donde ves cómo hacen la comida. A nivel mundial la marca creó una nueva imagen y dentro de España esta es la tercera tienda que se pone en marcha siguiendo estas pautas», comenta este emprendedor, hijo de Motos Botana, que lleva toda la vida sobre dos ruedas. Manell Motor continúa también en la misma avenida, pero en el número 335, con los modelos del grupo Piaggio. «Hemos crecido», apunta. Casi 300 personas acudieron a la puesta de largo, entre ellas el presidente de la compañía en España, Víctor González, y el director de ventas del segmento motos, Xavi Mercadal. «Después de 29 años en el sector creo que ya no sé hacer otra casa», destaca Manel, entusiasmado con el nuevo negocio.