
Empezó con un curso en el Club del Mar y poco a poco, este coruñés de la calle San Juan se ha convertido en un referente del mundo submarino
05 ago 2018 . Actualizado a las 13:14 h.Lo reconoce. «No valgo para estar quieto». Este hombre hace de todo. Desde paracaidismo a buceo técnico pasando por esquí náutico o hípica, además de su afición por las motos Custom. «La sensación de estar a cien metros de profundidad o a 4.000 metros de altitud es muy parecida. Siempre que puedo me escapo a Toledo para saltar. Para desestresarme salto en paracaídas», destaca Jesús Corzo Carballés, propietario de Buceo Galicia. Charlamos en su negocio ubicado en la explanada de Marina Coruña rodeados de cabos, trajes de neopreno, artículos de pesca, aletas... Pancho, su pequeño fox terrier, se siente cómodo pegado a mis pies. «El mar siempre fue mi pasión. Empecé con la pesca submarina y a los 16 años hice un curso de buceo en el Club del Mar, que era lo único que había. Después me apunté voluntario al Ejército y estuve de instructor en la brigada paracaidista tres años. Hasta aprobé los exámenes para ser guardia civil y al final no fui», relata. Nació el 15 de septiembre de 1960 en la calle San Juan y luce un aspecto envidiable. «Estoy encantado de la vida», asegura.
Locales de copas
A medida que buceo en su vida me encuentro con más sorpresas. «Durante un tiempo me dediqué a la hostelería. Tuve locales de copas como Caramelo, la Silla Eléctrica o Nueve Nudos, pero nunca abandoné el buceo. Dejé la noche con la ayuda de mi mujer y abrí con un socio Noroeste Sub en A Coruña y Carballo. Después le compré su parte y hace 25 años nació Buceo Galicia. Ahora también contamos con un catamarán de doce metros que charteamos para pesca o para ocio, como despedidas de soltería. La verdad que está funcionando muy bien y ya tenemos bastantes reservas para agosto. Esta misma mañana vengo de recoger la licencia para poder practicar la pesca de atún. Tengo en mente montar un complejo náutico en el sur de España que en breve será realidad», avanza. Tiene dos hijas, Carlota, de 24, y Paloma de 21 años. Cuando habla de ellas se le entrecorta la voz. «Procuro no tener tiempo libre, y el que tengo lo dedico a leer y a mis hijas», asegura. También se emociona un poco cuando pronuncia su frase de cabecera, la que más repite: «Lucha por tus sueños».
Bajo hielo
Es raro el día que no hace una o dos inmersiones. Me habla de Anna, un pecio a la entrada de la ría de A Coruña ubicado a 95 metros de profundidad al que acaba de descender. «Con un grupo de amigos hacemos buceo técnico y organizamos viajes a Bali, Filipinas, Miami, Cuba o el Mar Rojo. Nuestras costas son muy ricas, y ves muchas más cosas que en otros puntos de España. Pero mi lugar favorito, por sus gentes y sus fondos, es el indo-pacífico», apunta Jesús, que en invierno practica buceo bajo hielo en los Pirineos. Me cuenta que mucha gente se puso en contacto con él a raíz del caso de los niños de la cueva de Tailandia. «Yo no tengo la formación como para haber participado en el rescate. Allí estaban los mejores del mundo», comenta. Asegura que se le dan bien todos los deportes. Que es bastante cocinillas y borda las fideuás y las paellas. «Tuve buenos maestros en el País Vasco cuando hice allí el curso de buceador comercial», recuerda. Pero de lo que más le gusta es enseñar, ver como la gente aprende a hacer algo que hasta ese momento le parecía imposible. «En 25 años de instructor de buceo formé a unos 3.000 alumnos, uno de ellos, de 90 años, es mi récord de edad. Y Con Javier Bardem trabajé en Mar adentro. Y con otros actores como Luis Tosar, Javier Gutiérrez o Carmelo Gómez. A todos los metí a bucear», destaca sonriente. «Te tienes que animar a venir conmigo a bucear», me dice. No le digo que no. Transmite confianza.