
El insecto, voraz y letal, ya arrasó gran parte de la población de palmeras de la provincia de Pontevedra
05 dic 2018 . Actualizado a las 20:01 h.Hace casi seis años que el picudo rojo (Rhynchophorus ferrugineus) llegó a Galicia. Entró por el sur de la comunidad, donde se convirtió en plaga y arrasó con gran parte de las palmeras de los municipios costeros. El Concello de A Coruña anunció a principios de esta semana la puesta en marcha de un plan de actuación «urxente» tras detectar seis casos en la ciudad, aunque solo uno de ellos está en terreno municipal.
¿De dónde viene?
El picudo rojo es un escarabajo que llegó a España en la década de los 90 originaria del sudeste asiático. El primer sitio en el que se detectó fue en Almuñécar (Granada). Desde allí continuó con su avance por el resto de la Península. El primer caso de picudo rojo del que se tiene constancia en Galicia es de enero del 2013, cuando el coleóptero fue localizado en un ejemplar de Phoenis canariensis de una finca de Gondomar (Pontevedra).
¿Por qué es tan peligroso?
El picudo rojo se alimenta de la parte más tierna de las palmeras, tanto en el tronco como en la corona, hasta acabar con ellas. Los daños son causados por las larvas, que se alimentan con ayuda de sus fuertes mandíbulas hasta crear galerías y cavidades en la planta. Además de su voracidad, su capacidad de reproducción es abismal, ya que cada hembra puede poner entre 200 y 400 huevos, y también lo es su propagación, al tratarse de un insecto volador.
¿Cómo detectarlo?
Existen una serie de rasgos comunes cuando el picudo rojo hace acto de presencia. Las palmeras suelen presentar decaimiento de sus hojas, debilidad en el ojo, presencia de galerías excavadas y hojas sanas y verdes a punto de romper. La infección suele detectarse un año después del contagio del ejemplar, y además, en una misma planta puede darse un solapamiento de varias generaciones de larvas.
¿Tiene remedio?
Los expertos coinciden en la importancia de actuar con rapidez y eficacia para evitar la propagación del picudo rojo. El plan del Concello de A Coruña incluye la realización de un inventario de ejemplares privados que complete el censo público e incluso aseguran que «actuará nos casos de terreos de particulares mediante acordos cos propietarios».