Aprobada la recalificación de La Solana

E.E. A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

MARCOS MÍGUEZ

PSOE y BNG votan a favor de la modificación del PXOM propuesta por el gobierno local y el PP se abstiene

15 ene 2019 . Actualizado a las 20:25 h.

La Solana pasará a ser suelo de equipamiento público cuando culmine la modificación puntual del Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) aprobada en el pleno. El complejo deportivo pasó a figurar en el documento urbanístico como privado en el 2013. La Marea afeó al PP ese cambio en el plan aprobado en el anterior mandato, porque en el documento inicial figuraba como público y se cambió en el último momento para aparecer como privado. Para el edil de Rexeneración Urbana, Xiao Varela, esa es la prueba del afán privatizador del PP. El concejal popular Martín Fernández Prado defendió lo hecho y dijo que, en el fondo, el cambio puntual que ahora arranca en el pleno no supondrá nada, ya que ese suelo es público (de Fomento) y seguirá siendo público, se califique como se califique. Y recordó que el año pasado Xunta y Fomento acordaron el mantenimiento de ese equipamiento en manos públicas renunciando a la intención de subastarla.

Varela, por su parte, tranquilizó a los usuarios de La Solana porque, dijo, en la práctica a medio plazo no va a cambiar nada. Para Fernández Prado, sin embargo, ahora el Ayuntamiento tendrá que expropiar ese bien, con unos gastos mucho mayores de los que afrontaría si negociase su compra.

PSOE y BNG apoyaron el cambio y el PP se abstuvo. Los nacionalistas insistieron en la necesidad de modificar también el Pepri para preservar el carácter público del Finisterre.

Fuera, en María Pita, representantes de la Comisión Aberta en Defensa do Común y las asociaciones de vecinos de Monte Alto y la Ciudad Vieja recibieron a los concejales con una concentración en demanda de garantías para la titularidad y el uso público de los terrenos de La Solana y el hotel Finisterre y del solar de Adelaida Muro que el Ministerio de Defensa ha sacado a subasta.

La sesión, que continuó en María Pita, vio también la renuncia del concejal Francisco Mourelo Barreiro. El conservador agradeció los años pasados en la corporación y se despidió con un: «No me gusta decir nunca adiós, permítanme que me despida con un amable y cómplice 'hasta luego'», una alusión abierta a un cambio de rumbo político que sitúa a Mourelo en la órbita de Ciudadanos.