Reclamantes de la Primitiva perdida en A Coruña denuncian irregularidades al buscar al legítimo dueño
A CORUÑA CIUDAD
Siete años después del incidente, el apostante que ganó 4,7 millones de euros sigue sin recibir el premio al que tiene derecho
10 abr 2019 . Actualizado a las 08:19 h.El hallazgo en julio del 2012 de un billete de la Primitiva premiado con 4,7 millones de euros sobre el mostrador de una administración coruñesa da para escribir más de 200 libros. En ellos se recogerían las historias de todas esas personas que dijeron y siguen diciendo que el boleto es suyo. Cuando a los tres años se les comunicó que no eran ellos, que las pruebas que presentaron no demostraban nada, algunos acudieron a la Justicia y ahí siguen, proclamando la propiedad del billete premiado y denunciando las «graves irregularidades» que presuntamente se cometieron en la búsqueda del agraciado. «No se buscó, lo que se hizo fue todo lo contrario. Todo el esfuerzo se dirigió a que nunca apareciera el legítimo propietario, que soy yo». Estas palabras son de Antonio García, que llegó a denunciar al delegado de Loterías y Apuestas del Estado en A Coruña por estafa. Finalmente fue archivada. Manuel Reija, el delegado, rechazó siempre hacer declaraciones sobre este asunto.
Antonio no fue el único que en estos casi siete años que pasaron desde que apareció el boleto hizo muchas preguntas que no obtuvieron respuesta. Por los tribunales pasaron, y siguen pasando, reclamantes pidiendo explicaciones. ¿Por qué el lotero que encontró el billete no lo hizo público hasta casi un año y medio después? ¿Por qué el delegado de Loterías y hermano del anterior le dijo al dueño de la administración donde se selló la Primitiva una semana después del sorteo que el agraciado ya había aparecido y que el premio estaba cobrado? ¿Por qué le dijo lo mismo a un hombre que a los pocos días del sorteo se presentó en la delegación diciendo que era el acertante de la Primitiva y denunciando que había sido engañado en una administración que cerró a la semana?
Este hombre falleció convencido de ser el dueño de la Primitiva. Ahora su familia es la que reclama. Contrató los servicios de la abogada Belén Canosa, que defiende que el padre de sus clientes llevó el boleto a una administración en la que le dijeron que no estaba premiado. Pero como solía jugar siempre con esos números, tras comprobar la combinación ganadora acudió rápido al lotero para reclamar y se encontró el despacho cerrado para siempre. Este hombre fue el primero que dijo ser el dueño del boleto y el único que lo hizo antes de que se conociese en prensa, un año y medio después del sorteo, que se buscaba al premiado.
David es otro de los reclamantes. Su lucha se prolonga 7 años, de los que los últimos cinco los empleó en solicitar un abogado de oficio para presentar la demanda. Siempre se lo deniegan.
