
Los vecinos se quejan de la suciedad en las aceras y en el mobiliario urbano
25 jul 2019 . Actualizado a las 09:07 h.El Agra del Orzán «está sucio», lo dicen muchos vecinos y su presidenta, Isabel Fouz, que recorre calle a calle «casi diariamente», lo confirma. La mugre está por todas partes, «no se salva una calle, ni una acera del barrio, y la plaza de As Conchiñas está asquerosa», dijo María Santodomingo, una residente.
Un recorrido por la zona corrobora lo que cuentan los vecinos. Las aceras necesitan un lavado «pero profundo», indicó Isabel Fouz. «Están teñidas de negro, y algunas llenas de hierbajos», manifestó. El vecindario también se quejan de la falta de mantenimiento de los desagües, están saturados de hojas secas y de basura: «Como llueva, las tapas de las alcantarillas saltarán por los aires y habrá inundaciones», dijo Lois Pena, un hostelero.
También se quejan del estado en que se encuentra la calle Barcelona: «Estamos hablando de una de las calles más transitadas de la ciudad, con un comercio de primera calidad... y está llena de porquería», denunció la presidenta de la asociación vecinal. Dice que el piso de la vía está completamente negro, la base de los árboles, de las farolas y de las papeleras, están convertidas «en los váteres de las mascotas». Es tal la situación, que el olor en la calle Barcelona «es insoportable», manifestó Lourdes Vázquez, una vecina.
La suciedad se acumula en la plaza de As Conchiñas. «Está asquerosa, incluso el área de juegos infantiles», contó Rosana, que ayer jugaba con su niña en el parque. En los bancos, en los bloques individuales de hormigón, «da miedo sentarse porque están llenos de mugre y verdín, parecen piedras de una finca», dijo Manolo Reino, un jubilado que pasea a diario por la plaza.
Isabel Fouz manifiesta que los contenedores, tanto los de recogida diaria como los de vidrio y cartón, «están que dan pena», hasta el punto de que para echar los residuos «nos acercamos lo menos posible a los recipientes para no mancharnos en ellos».
Otro problema de salubridad para los vecinos es la savia que sueltan un determinado tipo de árbol: «Cae en las aceras y cuando caminas sobre ella se te pegan los zapatos y la llevas contigo para las casas», indicó Fouz.
Los vecinos culpan de esta situación al anterior gobierno municipal: «No vinieron con las máquinas lavadoras hasta el final de legislatura». Fouz ya estuvo en María Pita. Algunos de los proyectos pendientes se van a realizar, «pero mientras tanto, solicita que se sanee el barrio».