El dueño del boleto premiado en el 2012 en A Coruña ya falleció

Toni Silva A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

Eduardo Pérez

La policía consigue identificar al propietario de la Primitiva millonaria. Los agentes creen que pudo ser engañado por el lotero

24 oct 2019 . Actualizado a las 19:12 h.

El dueño del boleto premiado con 4,7 millones de euros en A Coruña falleció «desesperado», sin poder «acreditar su legimitidad», frente a las numerosas personas que se disputaron la propiedad del billete desde aquel 2 de julio del 2012. Fuentes jurídicas confirmaron a la agencia Efe que los investigadores han determinado la identidad de aquel hombre, cuya perseverancia y los detalles que aportó en su batalla finalmente infructuosa han resultado «perfectamente parejos» y «no una casualidad», subrayó la misma fuente.

Los hechos se remontan al 30 de junio de 2012 cuando la Administración de Loterías número 44 situada en Carrefour, en la coruñesa avenida de Alfonso Molina, recibió el aviso de que se había sellado de manera automática un boleto de primitiva ganador y cuatro billetes más que, según se sabe ahora, pertenecían igualmente al mismo hombre.

El portador de esta Primitiva acudió a comprobar todas sus combinaciones a otro despacho, el de San Agustín, el día 2 de julio de ese año a las 11.25 horas, y no recibió la comunicación de los 4.722.337,75 euros que le correspondían, pero sí que obtuvo tres euros por la siguiente apuesta que, tras esta, se cotejó.

Como desvela el informe al que ha tenido acceso Efe, los agentes pudieron acceder a los registros de Loterías con los resguardos comprobados ese día en la Administración de San Agustín, confirmando que entre la combinación premiada y la siguiente, abonada con tres euros, solo habían pasado dos segundos, tal y como había descrito en su día el fallecido.

Así, el informe concluye que el gerente del establecimiento pudo practicar un «engaño» para «apropiarse del boleto premiado», aunque el lotero asegurase en aquel momento que se había encontrado el billete solo en su establecimiento encima del mostrador y que antes de tirarlo comprobó si había sido agraciado.

El lotero de San Agustín había solicitado cobrar el premio y, aunque se abrió en su día una investigación llegando a analizarse las huellas dactilares de aquel billete de lotería en litigio, no se había logrado jamás, hasta ahora, acreditar quién era el propietario.

De momento, el anuncio de la Policía Nacional de señalar al lotero de San Agustín, Manuel Eugenio Reija, de haber mentido en el caso del boleto millonario (4,7 millones de euros) no ha hecho variar los hábitos del responsable de la administración número 22 de A Coruña, que esta mañana seguía despachando en ventanilla. «Todo tiene una explicación muy contundente, ya al día siguiente de salir pedí declarar», explicó Reija. «Tengo la conciencia tranquila no, lo siguiente, duermo todas las noches muy tranquilo», aseveró esta mañana. Por otro lado, asegura que no tiene «ni idea» de quién puede ser el afortunado de las más de 300 personas que aseguran ser los ganadores.

El delegado del Gobierno en Galicia, Javier Losada, fue preguntado esta mañana por el asunto del lotero coruñés después de que la Policía Nacional señalase indicios de mentira en sus declaraciones. «Yo no sé lo que ocurrió. Confirmo que la Policía Nacional ha hecho las investigaciones que ha pedido el juzgado, que de ahí salen unos datos que ya se conocen en el juzgado y las partes, y me tengo que quedar ahí. He visto una serie de informaciones, incluso con la colocación de informes oficiales, pero como delegado del Gobierno tengo que mantener la absoluta cautela», indicó Losada, quien apuntó que hay varias investigaciones abiertas «porque unas van por lo civil y otras por lo penal». «En nuestro caso, hace unas semanas se nos pidió una nueva investigación y la Policía Nacional, como hace siempre con gran profesionalidad y rigor, las ha realizado y trasladado al juzgado», concluyó.

Siete años buscando al legítimo dueño

Dede aquel 2 de julio del 2012 en el que se encontró la primitiva premiada hasta hoy son muchas las personas que han asegurado ser las propietarias del boleto premiado con 4,7 millones de euros. Sin embargo, hasta el momento solo se han celebrado tres juicios y en ninguno de ellos los reclamantes pudieron demostrar ser los propietarios legítimos de esa primitiva. Todavía quedan cuatro demandas más por resolver, y, si en ninguna de ellas queda demostrada la propiedad del boleto, el dinero irá a manos del lotero que lo encontró. Con los intereses generados a lo largo de estos siete años, el premio ya no sería de 4,7 millones, sino que alcanzaría los 6,5.

La búsqueda del propietario estuvo rodeada de polémica. Desde el día en el que se encontró hasta el 18 de septiembre del 2013 nadie buscó a la persona que extravió el billete. Aquello se mantuvo en secreto año y medio. Ni se pidieron las grabaciones de la cámara del centro comercial donde se selló la primitiva -se sabía la hora exacta en la que fue comprada- ni se puso ningún tipo de anuncio en prensa u otro medio. Cuando La Voz contó los detalles a los que tuvo acceso, más de 220 reclamantes aseguraron ser su dueño. Y ese número no ha dejado de crecer.

El lotero reclamó el premio para sí dos meses después del sorteo «tras dejar patente su buena fe»

Un documento firmado por Miguel Ángel Sanz Carnero, jefe de sección de Loterías y Apuestas del Estado (Selae) confirma haber recibido el 10 de julio del 2012 del delegado comercial de A Coruña, Miguel María Reija González, y hermano del lotero que ahora investiga la Policía, «un sobre oficial de remisión de premios a la Central (en Madrid) conteniendo el resguardo de Lotería Primitiva correspondiente al sorteo del 30 de junio del 2012, con el número de control del boleto premiado con 4,7 millones de euros.

Solo dos meses después, el 5 de septiembre del 2012, el lotero, Manuel Eugenio Reija, dirigió un escrito a la Dirección Comercial de la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado, en el que quiere dejar patente «mi buena fe y mi predisposición a colaborar con la Administración Estatal de Loterías, como se demuestra en la entrega del original del resguardo del que soy legítimo tenedor (…) obrando con total transparencia».

Pero a continuación, en el mismo escrito apunta que, ya que está próximo el plazo de vencimiento legal, reclama cobrar él el premio. «Como requerimiento fehaciente al objeto de que se materialice el cobro del premio obtenido, iniciándose los trámites para poner a mi disposición el importe agraciado», firmaba Manuel Reija.