
Fue aprobada por las Cortes en 1918 para todos los encausados y sentenciados por motivos políticos
21 oct 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Duró 8 días, del 13 al 20 de agosto de 1917. Fue una huelga general revolucionaria que pretendía derribar la monarquía constitucional, centralista y caciquil de Alfonso XIII y lograr su sustitución por un gobierno provisional que celebrase elecciones libres a Cortes constituyentes para cambiar de régimen. La apoyaron y participaron, por distintos motivos, socialistas, anarquistas, republicanos y catalanistas. Seguida en las grandes ciudades y núcleos industriales y mineros, fue muy irregular en las ciudades pequeñas y rurales. En A Coruña sería secundada mayoritariamente.
Para sofocarla, el gobierno del conservador Dato declaró el estado de guerra y ordenó al ejército controlar las calles. En muchos lugares, como en A Coruña, la huelga fue pacífica, con escasos incidentes, pero en otros hubo graves sabotajes, tiroteos y víctimas. El balance oficial fue de 80 muertos, de ellos 37 en Barcelona y 21 militares, 150 heridos y unos 2.000 detenidos sometidos a la jurisdicción militar. En A Coruña arrestaron a 167 personas, incluyendo a los miembros de la Junta revolucionaria local formada por los concejales republicanos Gerardo Abad Conde y Constantino Pazos Agra, el secretario municipal Joaquín Martín Martínez, el ingeniero Emilio Pan de Soraluce, el comerciante Luciano Marchesi, el maestro librepensador Constancio Romeo y los líderes sindicales Severino Chacón, Juan No, Manuel Suárez y Germán Barreiro. También ordenaron, por formar parte de ella, la detención del concejal Santiago Casares Quiroga, que estaba en Madrid ejerciendo de secretario del Partido Republicano Español.
Fracasada la huelga, los jueces militares iniciaron la instrucción de los sumarios de los presos para establecer responsabilidades y los correspondientes consejos de guerra. A comienzos de octubre, los componentes del comité central de huelga, los socialistas Largo Caballero, Julián Besteiro, Daniel Anguiano y Andrés Saborit, fueron condenados por rebelión a cadena perpetua. Y en A Coruña, como en otras muchas ciudades, los procesos se sucedieron con resultado de libertad por sobreseimiento, la mayoría, o con penas de cárcel por delitos de sedición o insultos a la fuerza armada. En medio, el 11 de noviembre hubo elecciones municipales que, en general, no alteraron el panorama político existente; en A Coruña los republicanos ampliaron su mayoría y eligieron como alcalde a Abad Conde, que había participado en la huelga.
Después las fuerzas de izquierda iniciaron una campaña por la amnistía. Hubo mítines y manifestaciones y su concesión se convirtió en objeto del debate político. El 24 de enero de 1918 se celebraron elecciones generales de diputados a Cortes y sus resultados mostraron la división existente entre las fuerzas monárquicas y el incremento de la representación de los catalanistas y las izquierdas, saliendo también elegido Besteiro. Finalmente el 8 de mayo, las Cortes, a propuesta del gobierno de concentración de Maura, aprobaron y el rey sancionó la ley de amnistía. Los presos fueron liberados y Casares Quiroga regresó a casa.