
Desde el lunes, una campaña detectará y tratará la enfermedad del ojo seco, que afecta al 42 % de los coruñeses
13 dic 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Carlos Gutiérrez Amorós (Murcia, 1961) está al frente desde 1995 de la clínica oftalmológica que lleva su nombre. Desde el lunes 16 y hasta finales de enero, desarrollará la campaña Ilumina tus ojos para detectar el ojo seco.
-¿Qué es el ojo seco?
-Es una enfermedad crónica que afecta a la superficie del ojo porque o no hay suficiente lágrima o es de mala calidad. Se siente quemazón, irritación del ojo, sensación de arenilla y fatiga ocular.
-¿Por qué se produce?
-Influye la edad, ser mujer (por causas hormonales), el uso continuado de lentes de contacto y de pantallas. Por eso está aumentando tanto. Además, afectan las condiciones ambientales: la polución, la baja humedad, estar en espacios con poca aireación, y la polimedicación.
-¿Es muy frecuente?
-A Coruña, con un 42 % de prevalencia, es la provincia más afectada. Pontevedra tiene un 35 %y Lugo y Ourense, el 12%.
-¿Por qué tanto en A Coruña?
-Tenemos más funcionarios, que están todo el día delante del ordenador, y mucho trabajador de la empresa textil: la microfibra, igual que va a la nariz, va al ojo y produce inflamación crónica suave que a la larga seca el ojo.
-¿Afecta a niños?
-Es excepcional. Lo que sí vemos es que cada vez lo detectamos a edades más tempranas, desde los 30 años, cuando era una enfermedad de los 50 para arriba.
-¿Se puede prevenir?
-Hay que eliminar las causas: modificar los ambientes secos, evitar que el aire nos dé en los ojos, dejar el tabaco y reducir el uso de nuevas tecnologías. Aparte de hacer paradas cada media hora y dejar de mirar la pantalla, hay un ejercicio que funciona muy bien: el parpadeo forzado. Hay que acordarse de parpadear, hacer cinco salvas de diez parpadeos al día. Son unos segundos.
-¿Qué tiempo máximo debe estar un niño ante una pantalla?
-Nunca más de tres horas a lo largo de todo un día, incluyendo el tiempo de tele. Es importante la distancia y la iluminación. Como las pantallas ya tienen luz, la de la habitación suele estar apagada y es malo para los ojos.
-¿Y si no se trata el ojo seco?
-Cuando ya da síntomas es que ya hay daño. Si no se trata, serán cada vez más exagerados, pueden generarse úlceras y mala visión permanente. Cuando uno nota algo, suele ir a la farmacia, pero no vale ponerse unas gotas, se necesita un régimen de tratamiento continuado.
-De ahí la campaña, ¿no?
-Hay que concienciar, porque el ojo seco empieza siendo asintomático, pero puede ser peligroso. Haremos por diez euros pruebas para ver si ya se tiene o hay riesgo de padecerlo y para dar a conocer nuevos tratamientos.
-¿En qué consisten las pruebas?
-No tocamos el ojo. Hacemos un cuestionario y con un aparato analizamos cómo se comporta lágrima, su calidad y las glándulas de los párpados responsables de la producción de su componente graso. Con eso podemos ver qué tratamiento va a ir mejor: gotas, pastillas o nuevas terapias.
-¿Por ejemplo?
-La luz pulsada intensa. Es rápido e inocuo. La luz y el calor mejoran la producción de las glándulas, eliminan capilares anormales de la piel y reducen la inflamación. El 85 % mejora los síntomas y se reduce el número de gotas necesarias. Hay pacientes que con cuatro sesiones se olvidan durante dos años del ojo seco. Otros necesitan recordatorios una vez al año.
-¿Es muy novedoso?
-Llevamos tres años, pero ahora tenemos un equipo nuevo, el único de Galicia que aplica luz de manera continuada. La sesión dura dos minutos y su precio es asequible, 150 euros. Hay más tratamientos, como los pulsos térmicos de 12 minutos que calientan y limpian las glándulas, les hace como un reseteo.
«El niño no debe estar más de 3 horas ante una pantalla, contando la tele»