Así se llegó a la Junta Suprema de Gobierno de Galicia en 1820

Por Xosé Alfeirán

A CORUÑA CIUDAD

breve
CESAR QUIAN

Fue constituida en A Coruña tras el triunfo de la revolución y estaba formada por civiles y militares liberales

02 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Lo habían conseguido. Al mediodía del 21 de febrero de 1820, con intención de restablecer la Constitución de 1812, oficiales liberales apoyados por patriotas armados, detuvieron a las autoridades absolutistas y se hicieron con el poder en A Coruña. Tocada generala, las tropas de los diferentes cuerpos, conducidas por jefes adictos, se presentaron y formaron en la gran plaza de la Constitución (abarcaba las actuales plazas de Azcárraga y de la Constitución). Al mismo tiempo acudió una parte del pueblo.

Siguiendo su plan, los conjurados, para afianzar y extender la revolución y contener los desordenes, consideraron necesario nombrar un comandante general del ejército y una Junta que asumiese el gobierno en toda Galicia. De nuevo, la Relación histórica de los acontecimientos, publicada en 1820 por el capitán José de Urcullu, testigo de los hechos, nos permite aproximarnos a lo que sucedió.

Inicialmente, por su decidida participación en la rebelión, pensaron en nombrar jefe militar al coronel de artillería, de origen asturiano, Carlos Espinosa de los Monteros. Sin embargo, este no lo aceptó y arengó a la tropa para que eligieran por su general al coronel, nacido en la montaña leonesa, Félix Álvarez Acevedo que merecía su confianza por su implicación en las juntas preparatorias de la conspiración. Así lo hicieron y allí mismo, en la plaza de la Constitución, fue reconocido por comandante general de Galicia.

Ha tomado la resolución firmísima de crear un Gobierno provisional

Formalidad legal

Después, según Urcullu, «uno de los del pueblo sacó para que se leyese en alta voz un papel en el cual se nombraban los sujetos que sería aptos para componer el Gobierno. Leyose y todos merecieron la aprobación general». Para darle formalidad legal, levantaron un acta en la que recogieron los principios en que se fundamentaba su acción. Así, argumentaban que el pueblo de A Coruña, en nombre de los habitantes del reino de Galicia, para mejorar su suerte y evitar su ruina y la de la nación, «ha tomado la resolución firmísima de armarse en masa y de crear un Gobierno provisional» compuesto por «hombres de luces y probidad».

 Los dirigentes elegidos para aquella tarea eran «hombres de luces y probidad»

Los derechos «primitivos»

Para ello, «reasumiendo el pueblo sus primitivos derechos», nombraban por miembros de la Junta Suprema de Gobierno de Galicia al almirante Pedro Agar, como presidente, y como vocales al coronel Acevedo, el fiscal de la Audiencia de Galicia José María del Busto, el marqués de Valladares Javier Martínez, el teniente coronel Manuel Latre, el coronel Espinosa, el capitán de navío Joaquín Freire de Andrade y los comerciantes Estanislao Peñafiel y Juan Antonio de la Vega, en quienes cedían el poder «mientras la nación reunida en Cortes no establezca otra cosa», teniendo como base de su gobierno la Constitución «sancionada en Cádiz por los legítimos representantes de la nación».

Escriturada el acta, la Junta publicó su primer bando decretando que habría esa noche iluminación general en la ciudad y que se castigaría cualquier acción dirigida a «contrariar la voluntad del pueblo». Retiradas las tropas a los cuarteles, al anochecer marcharon a buscar a Agar que estaba desterrado en Betanzos.