
Un estudio sitúa en la ría de O Burgo un posible pecio de la flota del pirata británico, derrotado en la épica resistencia de A Coruña liderada por María Pita
19 feb 2021 . Actualizado a las 23:30 h.La friolera de 432 años han pasado para que la flota de Drake vuelva a plantar cara a A Coruña. Si en su momento la valentía de una ciudad lo hizo retroceder, ahora lo que queda de su derrota, supuestos pecios de los barcos que perdió en la batalla, condicionan el dragado de la ría de O Burgo. En un proyecto realizado por la firma ya extinta Archeoatlántica se proponen medidas correctoras y protectoras en el proyecto de dragado y entre ellas se señala que se debe tener especial cuidado con un posible pecio de Drake de la flota de 1589.
Esta salvaguarda, que recoge el proyecto y que el Gobierno indica que no afectará a la tramitación, ha llenado de esperanza a muchos de los que llevan años aguardando que se haga justicia con el patrimonio subacuático y a historiadores que creen que se ha ninguneado la defensa de la ciudad realizada en su día por los coruñeses contra los ingleses.
«La ría de A Coruña es el cofre del tesoro», señala Luis Gorrochategui, historiador y autor del libro Contra Armada. «Los restos son de una de las grandes batallas de la historia y estoy encantado de que, al final, se esté dimensionando todo», admite al mismo tiempo que estima que se merecen que se construya alrededor de ellos un centro de interpretación en A Coruña. «La dejadez histórica se tiene que acabar de una vez, en Galicia tenemos un material increíble y profesionales para ponerlo en valor», apostilla. «Esas naves formaron parte de la mayor flota que haya zarpado alguna vez de Inglaterra», subraya el historiador.

Relata la épica de la contienda. Tras el fracaso de la Gran Armada, la reina de Inglaterra envía una flota de represalia todavía mayor que la anterior. Se sabe que al mando de Francis Drake y John Norris zarpan de Plymouth el 28 de abril de 1589 más de 180 barcos y 27.667 hombres. Intentan conseguir lo que se presumía una plaza pequeña, A Coruña, pero la infantería y la población, con la heroína María Pita al frente, les planta cara. La férrea defensa desde el castillo de San Antón les hace abandonar el fondeo y retirarse hacia Oza, una zona más peligrosa, donde sufren el embate de tormentas. «A Coruña se preparó bien, tenía los mejores cañones de la época, no estaba desprevenida, aunque la desproporción entre la fuerza atacante y los defensores era demencial, por eso la batalla tiene connotaciones épicas que la hacen singular», remarca Gorrochategui. Explica que entre el daño causado por los cañones y los temporales, los ingleses tuvieron que abandonar algunas naves.
El informe incluido en el proyecto del dragado indica que hay referencias orales de mariscadores de la zona que sitúan un pecio en la barra de Santa Cristina, que «tradicionalmente se ha identificado como perteneciente a la flota de Drake» y señala que el pirata abandonó cuatro naves y que los trabajos submarinos y dragados han documentado «restos de vajillas y balas de cañón de hierro pertenecientes a esta flota». El documento recoge la imagen aérea realizada entre el 2003 y el 2015 que muestra una «mancha que permanece inalterada con el paso de los años y que podría pertenecer a los restos de un pecio».

Manuel Arenas, presidente de la asociación cultural Green Jackets, reivindica una apuesta en serio por recuperar este patrimonio, pero reconoce que siempre se encuentran con el problema de la financiación. Gran reivindicador de la batalla de Elviña, Arenas afirma que ese fue también el escollo insalvable para recuperar un pecio de esa contienda cuando se cumplió el centenario, pese a que está localizado. «Sería muy interesante por la recuperación del material», considera Arenas, que destaca el valor patrimonial de lo que permanece hundido.
Desde un puñal de la Edad de Bronce a tégulas y ladrillos romanos

El informe arqueológico propone hacer control y seguimiento continuo de las labores de dragado. Pero no solo en la zona del pecio de Drake (Santa Cristina), sino también en el yacimiento arqueológico subacuático del puente de A Pasaxe, en el puerto de O Burgo y en la zona del torreón de los Bescansa y A Fabrica, también en Santa Cristina. En puntos geolocalizados en las fichas del proyecto.
En el estudio se remarcan elementos de interés encontrados ya en la ría, entre los que cita un puñal «lengua de carpa», de la Edad de Bronce, un predecesor de los puñales de antenas castrexos. También hace referencia al castro que hubo en Santa Cristina, en el que se han localizado estructuras de lo que debió ser su sistema defensivo. Ya de la época romana, se señala la estela funeraria localizada en O Burgo, dedicada a los Dioses Manes. En el dragado realizado en su día en el puente de A Pasaxe se localizaron restos de tégulas y ladrillos romanos, y citan la tesis de Pérez Losada, de que allí se asentaría una villa romana, y también que en O Burgo se podrían hallar una zona templaria.
San Claudio: «Concluir que eso es un barco es muy osado»

Miguel San Claudio Santa Cruz es un referente en arqueología subacuática. Sabe que se especula con la posibilidad de que la ría esconda naves de corsario inglés, pero considera, con lo incluido en el proyecto de dragado, que «concluir que eso es un barco de Francis Drake e incluso un barco es muy osado». «No hay ninguna evidencia de que allí haya algo más allá de una fotografía aérea y de la tradición oral». Explica que la zona donde se sitúa es de gran aporte de arena, por lo que «por buena lógica las cosas más antiguas deberían estar enterradas», si las naves se hundieron allí.
Para este arqueólogo subacuático, lo que habría que hacer es ir allí y comprobarlo antes de situar en ese punto un elemento determinado, sin la certeza de que eso sea sí. En su caso, nunca ha hecho un trabajo en esa zona y reconoce que jamás fue a bucear a ella.
Un trabajo de tres días
«Conozco bien la zona, pero nunca vi nada, personalmente. Sí me han dicho algunas personas que han visto algo, pero no puedo afirmar que sea así. Lo que hay que hacer es un trabajo serio y profesional que permita comprobar si hay algo».
¿Cuánto llevaría constatarlo? Según San Claudio, «tres días, es una zona muy concreta y específica». Evita aventurarse a estas alturas a analizar cuánto llevaría rescatar un barco, cuando ni tan siquiera se ha establecido que exista. «No se pueden plantear unas conclusiones de este calibre sin la comprobación empírica», considera, y entiende que no se debería «comprometer un proyecto como este con una afirmación tan a la ligera». «Ahí no se puede afirmar que haya un barco de la flota de Drake, no hay datos suficientes para afirmarlo», remarca un profesional que lleva desde la década de los 80 realizando campañas en la zona de A Coruña. «Hay muchos restos en la ría», apunta, y cita un barco que puede pertenecer a finales del siglo XVI o principios del XVII, que «podría ser alguno de los que se hundieron en el ataque de Drake», una zona con materiales de esa época que podrían ser de otro barco, pero no encontraron madera. También ánforas romanas, en la zona del Parrote.
Felipe Senén reivindica el papel de la arqueología subacuática

El museólogo y arqueólogo Felipe Senén reconoce el valor de lo depositado a lo largo de los siglos en la bahía coruñesa y reivindica el trabajo de la arqueología subacuática, «unha ciencia que está por facer», admite aludiendo a que falta trabajo de campo y reivindicando la presencia de profesionales de este sector en todos los dragados para que no se pierda material para el estudio. Senén, que no duda en alabar trayectorias como la de Miguel San Claudio, echa la vista atrás para recordar las campañas que permitieron recuperar desde 1975 distinto material en la zona de A Coruña y remarca la potencialidad que tiene Galicia en este campo por las rías, a la vez que critica la falta de interés institucional por explorar y recuperar ese patrimonio.