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Por aquí se accedía a la antigua ciudad de A Coruña

Elena Silveira
Elena Silveira A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

Puerta del Embarcadero o del Castillo en las murallas de la ciudad, junto al Hospital Abente y Lago
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Elena Silveira

En las murallas del mar tan solo se conservan tres puertas de entrada, que en su día fueron más transitadas que las que había por tierra

13 jun 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

A medida que A Coruña fue creciendo, sus murallas y baluartes también lo hicieron. El muro defensivo más antiguo data de la época medieval y circundaba la Ciudad Vieja, discurriendo por la calle San Francisco. Después llegó la llamada muralla del mar, construida en el siglo XVI y de la que, en la actualidad, se conservan algunos vestigios en la zona del Parrote y del Hospital Abente y Lago. También se construyó otra fortificación que atravesaba Juana de Vega, entre lo que hoy es la Coraza del Orzán hasta la Rosaleda, con la función de controlar el acceso hacia el barrio de la Pescadería.

Esos muros tenían puertas que, como describe el catedrático y arquitecto José Ramón Soraluce, «eran los expositores del poder de cada ciudad», porque en ellas se insertaban escudos o heráldicas que explicaban a los recién llegados si se trataba de una urbe de realengo, episcopal o condaria. De todas las que existieron (tampoco eran muchas) solo siguen en pie tres.

CESAR QUIAN

Puerta del Castillo o del Embarcadero. Se llamaba así porque desde allí salía la barca que comunicaba con el castillo de San Antón. Todavía se conserva el dintel que explica que fue construida por orden de Diego das Mariñas, capitán general de Galicia en 1595, con tres grandes escudos en la parte superior. Aunque durante años estuvieron ocultas bajo maleza y relleno, desde hace tiempo se recuperaron las grandes escalinatas talladas en piedra que ahora son visibles. Alguna confusión llevó a los historiadores a llamar esta puerta como de San Miguel y, de hecho, el panel informativo instalado por el Ayuntamiento incide en ese error. «Deberían cambiarlo», pide el historiador José Ramón Soraluce.

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Puerta de San Miguel o del Clavo. Según algunos autores, data del año 1676. Aunque han desaparecido los escudos que estaban en la parte alta del dintel, todavía se conserva un resto decorativo en el sillar que, posiblemente se corresponda con una parte de la insignia del toisón de oro.

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Puerta de la Cruz, del Ángel o del Parrote. Es la mejor conservada, aunque sufrió varias reconstrucciones en los siglos XVI y XVII. Esta y las otras tres puertas que se conservan en la zona daban a la llamada playa varadero del Parrote, donde desembarcaron importantes personajes históricos y también las mercancías y viajeros que llegaban por mar.

El profesor Soraluce explica que la ciudad tenía más puertas y que el callejero da cuenta de su existencia:

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Puerta de Aires o de Ares (llamada así posiblemente por un capitán general). No queda nada de ella, pero una placa recuerda que estaba cerca de donde María Pita defendió las murallas de la ciudad.

Puerta Real o de la Ciudad. Hace años se hizo una excavación junto a la calle Santiago y se encontraron restos de la muralla construida en el siglo XVIII, donde podría estar situada esta entrada a la ciudad.

Entradas por tierra hacia la Pescadería

A principios del siglo XVIII se vio la necesidad de fortificar al completo la Pescadería por la zona del Orzán y se levantó una muralla que transcurría por Juana de Vega, y solo tenía dos entradas, seguramente con garitas de seguridad y para el cobro de las alcabalas. La puerta de la Torre de Arriba, cerca de la actual plaza de Pontevedra, disponía de puentes levadizos con cadenas, y fosos por donde entraba el mar. La puerta de la Torre de Abajo estaba más o menos a la altura de la plaza de Ourense. Soraluce cree que en el siglo XVI pudo haber una pequeña tapia, antes de convertirse en una gran fortificación.

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