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El Imelga investigó 405 muertes violentas en la provincia en el 2020

Cinthya Martínez / I. G. SANTIAGO

A CORUÑA CIUDAD

MARCOS CREO

Los suicidios y homicidios se reducen en Galicia, pero crecen en A Coruña

09 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El servicio de patología forense del Instituto de Medicina Legal de Galicia (Imelga) investiga las causas de fallecimiento en los casos de muerte violenta o sospechosa de criminalidad. De las 806 muertes que investigó en la provincia coruñesa en el 2020, 405 fueron violentas y 401 naturales, distribuyéndose en las diferentes subdirecciones con 390 en la de A Coruña, 307 en la de Santiago y 109 en la de Ferrol.

La actividad en patología forense del Imelga se redujo con respecto al 2019. En el caso de fallecimientos naturales, la patología más común sigue siendo la cardiovascular. Al presentarse, en numerosas ocasiones, de una forma rápida e inesperada, sin tiempo a asistencia médica, es habitual que este tipo de óbitos se deriven a investigación judicial aunque no existan datos de sospecha de criminalidad. Así, en la provincia se certificaron 292 fallecimientos con causa cardiovascular, y de ellos, llama la atención que 172 se produjeron en la subdirección de A Coruña, seguida de 77 en la de Santiago y 43 en la de Ferrol.

Las muertes violentas, entre las que están las homicidas, suicidas o de carácter accidental, corresponden a más de la mitad de los fallecimientos investigados. La subdirección de Santiago es donde más se registraron, con 189 de este tipo. A la capital gallega le sigue la subdirección de A Coruña con 164, y 52 en la de Ferrol.

Los golpes en la cabeza o los cuadros de politraumatismo son la causa más frecuente de estas muertes violentas, ligados a accidentes de tráfico, laborales o caídas. Donde más se certificaron a causa de esta lesión fue en la subdirección de Santiago con 104 casos, seguida de la de A Coruña con 71 y 24 en la de Ferrol. Siguen en importancia las asfixias mecánicas, consecuencia de 125 decesos en la provincia.

En cuanto a los homicidios, estos disminuyeron en la comunidad gallega, pasando de 17 en el 2019 a 15 en el 2020. Pero en concreto en la provincia de A Coruña, aumentaron de cuatro a seis: tres en A Coruña y otros tres en Santiago. Aquí se incluirían a las víctimas de violencia de género, con el mismo resultado desde el 2018: tres mujeres asesinadas cada año.

En Galicia también bajó el número de suicidios, pero la provincia de A Coruña sigue siendo la que más muertes de este tipo registra, con 135. Una cifra que baja con respecto al 2019, cuando se notificaron 143. Presentando los datos por subdirecciones, la que más casos investigó es Santiago, con 63, seguida de la de A Coruña con 57 y Ferrol con 15. Cabe añadir que algunos de estos fallecimientos no se llegan a aclarar y se registran como muerte accidental, al no saberse con certeza si es o no intencionada. Se estima que en el territorio gallego se dan entre 10 y 15 casos de este tipo al año. En cuanto al perfil de las víctimas, se trata mayoritariamente de hombres de mediana edad.

La menor incidencia de siniestros viarios desde el 2013

El balance del Imelga corresponde a un año inusual, debido a las consecuencias que trajo consigo la pandemia. Una de ellas fue la reducción de movilidad, que también derivó en una caída en los fallecidos en accidentes de tráfico. En concreto en el año 2020, se registraron en Galicia 104 muertes de este tipo, 27 menos que las del año anterior. Se trata de la cifra más baja desde el año 2013, y están adscritas 18 de ellas a la subdirección de A Coruña, 17 a la de Santiago y 3 a la de Ferrol.

Las víctimas siguen siendo, en su mayoría, hombres. De las 38 muertes certificadas por siniestros viarios en la provincia, 29 fueron hombres y 9 mujeres. Las víctimas masculinas se concentran entre los 15-19 años, y suelen ser conductores. Mientras, las mujeres son frecuentemente viandantes o viajan como pasajeras, y son de una edad superior, de entre 35 y 39 años.

Los meses del 2020 con mayor siniestralidad en la provincia fueron diciembre, con ocho víctimas mortales, seguido de julio y agosto, con cinco fallecidos en cada uno. Destacan los meses de confinamiento, ya que en abril murieron dos personas en las carreteras y en mayo no se registraron decesos. Los accidentes más usuales son la salida de vía y la colisión entre vehículos. Cabe añadir que la distribución geográfica de los accidentes mortales no tiene por qué coincidir con otros estudios de siniestralidad, ya que la muerte puede producirse en un territorio distinto al del siniestro.