Manuel Seoane, guitarrista de Mägo de Oz: «En cuanto tuve encaminada mi vida profesional me vine a vivir a A Coruña»
A CORUÑA CIUDAD

El músico recibió un disco de oro en el Ayuntamiento
31 may 2022 . Actualizado a las 08:40 h.El guitarrista Manuel Seoane (Madrid, 1987) se define como un «coruñés de vocación y de corazón». Solo así se entiende la emoción que desprendía esta semana pasada cuando le entregaron en el salón de plenos del Ayuntamiento, con todos los honores, un disco de oro por Diabulus in Opera, el disco que grabó en directo el músico junto a sus compañeros de Mägo de Oz en México. Eso supone unos niveles de venta de discos que solo se dan en parroquias tan fieles como las del rock, algo que celebra este guitarrista que aterrizó hace ya un lustro en A Coruña, «la ciudad que me tiene enamorado, el lugar donde quiero pasar lo que quede de vida», asegura.
—Este reconocimiento deriva de una noche memorable.
—Sí, de aquel concierto que de Mägo de Oz en 2016 en Ciudad de México, con la Orquesta Sinfónica de allí, en el arena más grande toda Latinoamérica. Fue un lleno total, un momento muy memorable para mi, porque siempre había tenido la ilusión de tocar con una sinfónica y adaptar las canciones de Mägo de Oz que conoce todo el mundo. Meterles ese matiz, ese lavado de cara con arreglos orquestales es una pasada para cualquier músico de rock and roll. De ese concierto se grabó un deuvedé y este es el resultado, un disco de oro.
—¿Cómo se llega a disco de oro en la era de la música en streaming?
—Es cierto que la venta de discos ha caído muchísimo, pero también es verdad que Mägo de Oz cuida sus productos muchísimo. Son discos que son objetos de colección. Además, el grupo tiene muchos fanáticos que se vuelcan con nosotros. Siempre responden.
—Y lo de meterse en terrenos sinfónicos, ¿qué tal lo lleva un músico de rock?
—Ya lo habían hecho otras bandas antes,. Quizá no españolas, pero sí lo hicieron Deep Purple o Metallica. En los tiempos que corren hay que entender la música como un todo. La gente ya no diferencia por estilos o géneros.
—Cuénteme cómo llega un guitarrista madrileño a vivir en A Coruña.
—Nací en marzo y en agosto ya me trajeron mis padres aquí. Toda mi familia es coruñesa. Y siempre tuve el deseo de poder desarrollar aquí mi vida, hacer de esta ciudad mi casa. Y hace más o menos un lustro me mudé de manera definitiva. Este es mi refugio.
—Lo habitual es que los músicos de provincias se vayan a Madrid a buscar una oportunidad.
—Ya, pues yo lo hice al revés. Pero es que yo me he venido cuando he podido. Es lógico que al desarrollarte en cualquier profesión te vayas al lugar donde hay más medios y oportunidades. Quizá eso lo tuve sencillo al nacer en Madrid. Pero en cuanto tuve mi vida profesional encaminada no esperé ni un minuto y me vine a vivir aquí.
—Usted iba para futbolista pero se le metió el rock en medio.
—Sí, de pequeño jugaba en las categorías inferiores del Real Madrid, así que empecé siendo futbolista. Pero lo dejé porque se me metió en la cabeza la idea de tocar la guitarra. Empecé estudiando guitarra flamenca y gracias a los discos que iba trayendo mi hermano a casa terminé en la guitarra eléctrica. Y mientras iba estudiando empecé a tocar en grupos con amigos, haciendo versiones, y acabé trabajando en Guitarras Ramírez, una casa centenaria que hace guitarras españolas a mano, pero tuve que dejarlo por motivos de salud. Y fue ahí cuando decidí apostarlo todo a la música.
—Le salió bien la apuesta, pero no es algo fácil.
—Hoy en día ninguna carrera profesional es fácil, nadie te asegura nada. Hay que luchar mucho, asumir responsabilidades... Y tener un pizca de suerte, por qué no. Estar en el momento y el lugar indicado es fundamental. Pero la suerte tiene que ir siempre acompañada de trabajo.
—Trabajo no le falta. ¿Tiene algún proyecto al margen de Mägo de Oz?
—Tengo una idea que quiero sacar adelante, algo distinto a Burning Kingdom, Mägo y todo lo que he hecho hasta ahora, para saciar mi curiosidad. Pero la agenda de Mägo es muy agresiva, lo cual es una maravilla, sobre todo saliendo de una pandemia. Hasta el mes de enero el grupo no para, no tenemos dos semanas libres. Así que esa idea, tendrá que esperar un poco.
«Se enseña música de manera muy enrevesada, y es todo mucho más sencillo que eso»
Manuel Seoane tiene otra vertiente profesional dentro del mundo de la música: la docente. Está detrás de la escuela Rock Guitar Experience —con un centro en A Coruña además de los que tiene por toda España—, que propone un método revolucionario para dominar las seis cuerdas que ya ha exportado al otro lado del Atlántico: «Si hubiera existido algo así cuando era crío habrían sido las cosas muy distintas», asegura.
—Un roquero metido a profesor.
—Es que la docencia es una de mis pasiones. Siempre he estado pendiente de los nevos métodos de enseñanza. El problema es que cuando entré en Mägo empecé a tener menos tiempo para las escuelas, así que decidí crear un método que pudiese ser transmitido por otros profesores.
—¿En qué difiere este método del modo tradicional de aprender a tocar la guitarra?
—Es más práctico. Hay muchos conceptos que se enseñan a los que en realidad no se les saca partido. Así que nos centramos en aquello que vas a hacer en tu día a día como músico. Me he encontrado con un sinfín de cosas que había estudiado pero que después tuve que encontrar otra forma más efectiva de ponerlas en práctica. Se enseña la música de manera muy enrevesada, y al final es mucho más sencillo que todo eso. Los profesores de nuestras escuelas son siempre guitarristas en activo, lo que aporta un grado de experiencia. Sobre todo porque los alumnos quieren saber lo que pasa encima de un escenario, y se lo podemos explicar porque lo vemos todos los fines de semana.
—¿Y cómo ve a esas nuevas generaciones del rock?
—Es una pasada ver cómo disfrutan y cómo avanzan. ¡Espero que me jubilen en algún momento!