
Deimer Acosta y Pedro López han reformado por completo la legendaria pastelería, cerrada desde hace dos años y medio, y la han convertido en el restaurante Fábula, en cuya carta han incluido el famoso postre
02 sep 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Reconocen que no sabían «nada de la historia del local». Durante dos meses recorrieron la ciudad en busca de un bajo no muy grande que estuviese en una calle peatonal. El lugar ideal para poner en marcha su aventura hostelera y vital. De repente vieron uno que podía valer, y en el que todavía se conservaba el viejo cartel con el nombre de Hildita. Tras una reforma total, la mítica firma de dulces que durante décadas fue una referencia en A Coruña se convirtió en un café restaurante de nombre Fábula. «Cuando nos enteramos de toda la historia localizamos a José, el último propietario, que fue muy amable. Tenemos los carteles guardados y algo haremos con ellos y, por supuesto, incluimos en la carta una milhojas. No llega a ser tan buena como la que se hacía aquí y tanta fama tenía, pero es una muestra de cariño. Tiene variaciones sobre la original pero es en honor a ellos», comenta Deimer Acosta Martínez. Es colombiano y su socio, Pedro Javier López Vázquez, venezolano criado en Colombia y descendiente de sadenses que pasaron buena parte de su vida a orillas del Amazonas. Cargados de ilusión, son los responsables de darle una nueva vida al bajo y convertirlo en un negocio de cocina de autor con inspiración latina y producto gallego. «Todo lo hacemos aquí. Las empanadillas son de masa de maíz, las croquetas son diferentes; el embutido, de temporada, en este caso longaniza, la preparamos y ahumamos nosotros. A partir de ahora empezaremos con platos fuera de carta. Y claro que ofrecemos arepas, pero son minis y con toppings por encima, por ejemplo de humus negro y queso San Simón», explican. El nombre y la decoración son totalmente diferentes y la receta poco tiene que ver con la histórica, pero Deimer y Pedro devolvieron la milhoja a la calle Alameda.