«Para mí es fundamental reflejar a una mujer empoderada y actual»

Montse García Iglesias
Montse garcía SANTIAGO / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

La escritora Abril Camino
La escritora Abril Camino Sandra Alonso

La autora busca entretener: «No todo tiene que ser trascendente»

12 sep 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Quería separar su faceta de docente de la de escritora, así que para esta última adoptó el nombre de Abril Camino (A Coruña, 1980). La autora gallega, con más de una quincena de novelas y que ahora está centrada en el ámbito literario, regresa a las librerías con la novela romántica Las 27 citas de Charlotte May (Planeta).

 -En el inicio de la novela afirma que esas 27 citas de la protagonista para buscar pareja están basadas en hechos reales. ¿La realidad representa su principal fuente de inspiración?

-Sí. En este caso es una realidad muy particular, de cosas muy concretas que me contaron, pero en general sí que me gusta la realidad en todo. No es que todas las novelas que he escrito sean historias reales, pero sí que podrían serlo.

-¿Busca entonces que la gente se pueda identificar?

-Sí, justo.

-Pero así 27 citas tan seguidas como las de Charlotte, la protagonista...

-(Ríe). Bueno, bueno...

-Afirma también que ha tenido que suavizar algunos de esos encuentros que incluye respecto a la realidad.

-Sí. La realidad supera a la ficción. Todas están basadas en citas reales mías, de mis compañeras de trabajo y amigas, pero tuve que suavizar cosas porque había anécdotas que no serían ni verosímiles de los locas que eran.

-Charlotte es una mujer empoderada, pero, por otra parte, cuando empieza a buscar novio al llegar a los 30 años dice: «A la mierda 150 años de liberación de la mujer». Cuando construye al personaje femenino, ¿tiene en cuenta la imagen que esta va a proyectar?

-Sí, para mí es fundamental. De hecho, si Charlotte hace lo que hace en esta novela y dice las cosas que dice es porque es una comedia. Es todo con un punto irónico y de darle la vuelta a esos estereotipos. Para mí es fundamental reflejar un papel de la mujer empoderada y actual.

-Con anterioridad, la mujer que se proyectaba en las novelas de corte romántico era la de una mujer sumisa, tenía más peso la visión patriarcal. ¿Trata de huir de ello?

-Sí, a carreras trato de huir de eso. Yo soy escritora de novela romántica y no reniego de la etiqueta. Menos un par de ellas, todas las historias que he escrito en mi vida son historias de amor, pero es que el amor no tiene que ser patriarcal. Eso es lo que intento reflejar. La novela romántica clásica de mujeres sumisas y grandes caballeros que las rescatan, además de ser algo pasadísimo de moda, no nos identificamos ninguna mujer de mi generación o más jóvenes.

-Escribe al final del libro: «Espero que os haya divertido, entretenido, emocionado...». ¿Es lo que busca con sus novelas?

-Sí, entiendo que haya autores que busquen un mensaje más trascendente, pero yo busco entretener y hacer pasar un buen rato, o cuando escribo drama, un mal rato; pero quiero que disfruten de lo que han leído. En concreto, con esta novela pretendo que se rían, que se diviertan... La literatura de entretenimiento tienen que tener también un valor destacable, no todo tiene que ser siempre tan trascendente.

-¿Qué tiene la novela romántica para seguir conquistando?

-Lo que tiene la novela romántica es que en los últimos años se ha transformado bastante a sí misma. Creo que ahora sí está reflejando los sentimientos, las formas de pensar y las vidas de la misma generación que los lectores. Creo que por eso es un género que triunfa. Además, es amable normalmente, entretenido, y eso hace que mucha gente lo valore.

-La práctica totalidad de sus obras son novelas románticas. ¿Nunca pensó en cambiar de género literario?

-Me gusta escribir sobre sentimientos. Evidentemente, el sentimiento que más juego da como autor es el amor romántico, es en donde más posibilidades hay de conflictos literarios, que se te ocurran diferentes tramas... Este año autopubliqué una novela de la relación entre tres hermanas y su madre, que también es una novela de sentimientos y no es tan diferente de una romántica. Al final, son personas que se quieren y tienen conflictos que resolver. Lo que no me veo es escribiendo algo que no sea sobre sentimientos.

-¿Que le llevó a ambientar la novela en Londres?

-Londres es mi ciudad favorita del mundo, que conozco muy bien, por lo que me siento más segura escribiendo sobre sus calles que en otras que tendría que documentarme. Además, en esta novela, los protagonistas trabajan en el mundo de la moda a un nivel altísimo, entonces, necesitaba 100 % que fuera un epicentro de la industria de la moda. Además, para el humor tenía que ser en Londres. Al hacer una comedia, pienso que tenía que ambientarla ahí.

-¿Hay muchas Charlotte?

-Sí, a mí alrededor hay muchas mujeres de entre 30 y 45, que están felices con su vida, empoderadas, pero que de vez en cuando tienen una relación, cita... Charlotte es un personaje excéntrico porque es una comedia, pero no creo que su personalidad, en el fondo, sea muy diferente a la de muchas.

-¿Cuánto pone de sí misma en las novelas?

-De lo que es mi propia vida, aquí solo una de mis citas. Pero al final es inevitable que en sentimientos, formas de pensar, tus protagonistas tengan algún parecido contigo porque es más fácil entenderlos.

-¿Qué fue lo que le llevó a escribir?

-Toda mi vida había escrito muchísima no ficción. Había escrito en blogs, en prensa, trabajé un tiempo incluso en la redacción de libros de texto. Yo sabía que narrar se me daba bien, pero creía que para escribir ficción hacía falta una imaginación desbordante. Y al final me di cuenta de que no, que es mucha técnica y mucho trabajo. Al final, yo tuve una idea, la escribí y dije: «Yo sé hacer esto». Evidentemente, mi primera novela es peor de lo que sé hacerlo ahora —creo que todos pensamos en borrar esas primeras novelas—, pero cogí la carrera y ya no me arrepentí.