Un paseo por el muelle de Calvo Sotelo, una nueva perspectiva de A Coruña

C. Devesa A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

El espacio portuario está abierto desde este martes a los ciudadanos, que ya pasean por la zona: «Volver a pisarlo después de tantos años es maravilloso»

02 nov 2022 . Actualizado a las 13:59 h.

Son las 10.30 horas y son muchos los coruñeses que ya pasean por el muelle de Calvo Sotelo, accesible desde este martes a las 8.00 horas, y hasta las 19.00 horas, desde la plaza de Ourense, por el espacio que antes ocupaba la cantina. Nada más entrar en el espacio portuario se divisa una grúa verde con rayas amarillas, donada por Pérez Torres Marítima. No es la única que los ciudadanos pueden ver ahora de cerca, porque en el espacio se divisa otra de color azul de la misma empresa. «¿Qué es eso mamá, un cohete?», pregunta un niño que pasea por la zona con sus padres. A su lado, un matrimonio se hace fotos: «Volver a pisar este muelle después de tantos años es maravilloso», dice Antonio. «Vinimos porque leímos que abría este martes y teníamos muchas ganas de poder pasear de nuevo por aquí. Veníamos de jovencitos, hace más de 30 años, y volver te permite recuperar una perspectiva de la ciudad maravillosa».

Porque el espacio portuario ofrece un nuevo recorrido por A Coruña. Nada más acceder, a la izquierda, todavía pueden verse restos de los carteles de la exposición de Peter Lindbergh en el vecino muelle de Batería, donde el día 19 se inaugurará otra muestra, en esta ocasión en honor a Steven Meisel. A la derecha, las antiguas naves y las dos torres de cementos del Cantábrico. Si seguimos avanzando ya se divisa La Terraza, Palexco, las galerías de la Marina y las torres de María Pita. De frente, el océano Atlántico con el castillo de San Antón y la torre del control del puerto, mientras que al otro lado, también accesible, es posible pasear alrededor de las antiguas naves, que suman cerca de 10.000 metros cuadrados construidos y que son susceptibles de acoger actividades culturales o recreativas con las necesarias inversiones. «No sabía que abría, de casualidad bajé y vi a gente entrando y me animé. Me parece perfecto porque ahora se puede caminar por aquí y es muy agradable», señaló Olalla.

En su primer día de apertura se acercaron a la zona portuaria todo tipo de viandantes: deportistas, ciclistas, gente en patinete, familias, personas con sus mascotas y también algún turista. «Me enteré por La Voz y decidí venir para pasear con mi perro. Tengo el recuerdo de venir de niña y me apetecía volver por aquí, además, a mi mascota le gusta el mar y está genial», comentó Laura, que añadió que «está guay que sea un entorno industrial, pero echo en falta que haya algún banco o zona para sentarte». De hecho, todavía quedan pequeños remates en la adecuación de Calvo Sotelo que concluirán en los próximos días, pero, al estar garantizadas las condiciones de seguridad, se decidió abrir este martes, que coincide con la festividad de Todos los Santos, para que los ciudadanos ya pudiesen pasear por la zona.

Además de las grúas y las naves, en el muelle de Calvo Sotelo se puede ver el edificio del mareógrafo, que mantiene su actividad, y la rampa ro-ro, que será rehabilitada para que se pueda acceder a ella en un futuro. Con la apertura de este espacio portuario se continúa el proceso iniciado el año pasado, con la recuperación del de Batería, que requirió la adecuación de los espacios interiores del puerto, la reordenación de las zonas de aparcamiento, el desmantelamiento de los silos de Bunge y Oleosilos de Galicia y el derribo de la cantina y un edificio anexo. La Autoridad Portuaria indica que ha invertido un millón de euros en estas actuaciones, con el objetivo de seguir acercando los muelles a los ciudadanos. 

Buena aceptación

La alcaldesa, Inés Rey, valoró en la mañana de este martes la apertura del muelle de Calvo Sotelo. «Valoro la medida de forma muy positivamente. Es un planteamiento que el gobierno municipal que presido tenía desde el inicio de este mandato y propusimos que a medida que esos terrenos entrasen en desuso se abriesen a la ciudadanía, algo que parecía imposible, vemos que no lo era, yes algo positivo para la ciudad, que los coruñeses pueden pasear por ahí, que es un espacio de la ciudad». Asimismo, añadió que cree que la iniciativa seguro que tiene «buena aceptación» y que ella misma recuerda pasear por la zona cuando era pequeña por lo que está deseando volver.