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«Lamento ter que comunicar o meu falecemento», la esquela alejada de convencionalismos de un vecino de A Coruña

T. R. A CORUÑA

A CORUÑA CIUDAD

«Decidimos hacerlo de este modo para no traicionar su espíritu», explican los familiares

17 nov 2022 . Actualizado a las 18:28 h.

Resulta imposible no reparar en ella. En una página con un estilo tan encorsetado como es el de las esquelas, cuando en uno de esos espacios necrológicos aparecen menos letras de las habituales, la mirada irremediablemente se va allí. Este jueves se publicó en las páginas de La Voz una con esas características tan singulares. Lleva un nombre, el de Eulogio Pernas Trasancos, y una única frase: «lamento ter que comunicar o meu falecemento a familiares, amigos e todos aqueles que de hoxe en diante me poidades botar en falta». Una esquela simple y directa. 

«Mi hermano era una persona reacia a los convencionalismos. Pensamos en no poner nada, pero queríamos comunicarlo, así que decidimos hacerlo de este modo para no traicionar su espíritu», explica un familiar. Este «último guiño» a Eulogio, que falleció este miércoles a los 78 años de edad y que era natural de Viveiro, en la costa de Lugo, lo decidieron a medias entre el difunto y la familia. «Creemos que algo así es lo que le gustaría», sentencia su hermano.

Esquelas con retranca

No es la primera (y seguramente no sea la última) vez que en las páginas de La Voz sale publicada una esquela que se aleja de lo común. En noviembre del 2017, la curiosa necrológica de Ángel García Rey con la frase «Marcho, que teño que marchar», no pasó inadvertida por los lectores. Lo mismo sucedió con la del vecino de Palavea José Luis Gómez Cotelo, que quiso despedirse de sus allegados con alegría con una nota en su esquela que decía: «Como voluntad del fallecido se realizará una quedada en la cervecería La Estrella el sábado a las seis de la tarde». Y así fue.