
Los que van a la playa de Matadero se tienen que hacer a la idea de que la única opción posible para orinar es el mar, y para el resto de necesidades, solo queda salir corriendo
16 mar 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Como se viene acercando el buen tiempo y la primavera está a la vuelta de la esquina voy a adelantarme a las necesidades que muchos vecinos tienen en la playa de Matadero. Hablo con conocimiento de causa y con la vejiga llena, que es como muchos toman el sol en ese arenal. Pasan los veranos y por allí no asoma ningún baño donde se pueda hacer ese uso inevitable cuando la fisiología aprieta. Los que van a la playa de Matadero se tienen que hacer a la idea de que la única opción posible para orinar es el mar, y para el resto de necesidades, solo queda salir corriendo. Pero hay que correr mucho, ya les aviso, porque cualquiera que conozca la zona sabe que por allí no hay ahora mismo ni un bar ni una cafetería en los que meterse para ir al servicio, salvo que vayamos todos al hotel. Claro que tampoco parece la mejor opción cuando es más que posible habilitar unos aseos en los que cualquiera pueda atender sus necesidades imperiosas. Sobre todo los niños, que no avisan, por no hablar de la higiene de las mujeres.
Orinar en el mar es un hábito para tantos vecinos de Matadero que son capaces de soportar las gélidas temperaturas del Atlántico con tal de aliviar el mal rato. Yo no sé lo que cuesta ni lo que no cuesta poner un baño público en el paseo marítimo o en la playa, pero sí sé que justo donde se sube la rampita de ese arenal hay construidos unos baños que llevan años, ¡qué digo años!, siglos cerrados a cal y canto. En ese jardincito en el que orinan los perros, hay unos aseos que no funcionan. Podría ser una posibilidad para los usuarios de esta playa, pero creo que es un clamor general que nuestros arenales necesitan tener los servicios mínimos cubiertos por el bien de todos. Incluido el de nuestro mar, que ahora que llega el verano sabe bien el trago que le espera.