
Toda nuestra generación ve un grupo de chavales en bicicleta y empieza a tararear la canción de «Verano azul»
14 jun 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Toda nuestra generación ve un grupo de chavales en bicicleta y empieza a tararear la canción de Verano azul. No lo podemos evitar. A los más jóvenes, a los que ahora andan precisamente por la quinta de Pancho y los demás, la serie de Mercero les tiene que sonar poco a menos que a chino. Por eso, cuando veo estos fines de semana a los críos sacando bicis de la estación de San Pablo y enfilando hacia la avenida de Fisterra pedaleando en grupo, echo de menos los veranos en bici en la aldea, cuando podías empezar a dar a los pedales después de comer y no volver hasta la merienda, montada en aquella bicicross BH de color amarillo que pesaba una tonelada. Pero como me he hecho vieja y madre, antes de que ese recuerdo cruce mi cerebro, antes aparece la señora en la que me he convertido diciendo «¡pero cómo van así, sin casco, ocupando toda la calle!». Lo mismo piensas cuando estás esperando en un semáforo y aparecen dos crías montadas en la misma bici azul, muertas de risa, claro, por una acera de la plaza de Galicia, las rodillas al aire bajo la falda del uniforme, los pocos años al sol. Me cuentan que BiciCoruña se ha puesto tan de moda entre los adolescentes que andan pidiendo la tarjeta a sus padres por favor, por favor, porque no debe haber nada más tentador que sacar una de su estación y lanzarse este mes de junio por la calzada adelante, haciendo un poco el cafre. Sin casco, claro. El casco debe ser para los trasnochados y los puretas que no hacemos más que dar la lata. Además de una nueva estación en La Solana, parece que necesitamos un CascoCoruña, o simplemente un poco de sentidiño adolescente, si es que eso existe, porque las bicicletas son para el verano, aunque ya no sea azul.