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Sergio Abuín: «Queremos tender puentes, que haya más conexión entre los músicos gallegos»

andrés rey / r. d. A CORUÑA / LA VOZA CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

MANUEL MAYO

Este estudiante del conservatorio coruñés montó el proyecto La Corporación

09 oct 2023 . Actualizado a las 08:33 h.

Sergio Abuín (Lugo, 1996) es estudiante de último año en el conservatorio de A Coruña. Empezó a tocar de pequeño en su ciudad natal, hacía percusión, estudió hasta la mitad del grado profesional y luego lo dejó. «Por cómo funcionan las cosas y cómo está planteado el sistema, a veces uno piensa que no tiene cabida y abandona la música». En aquel momento ya tocaba la guitarra. Tiempo después volvió a tocar, decidió que eso era lo que quería hacer en la vida, se mudó a A Coruña y empezó a estudiar jazz. Montó un proyecto llamado La Corporación, junto a Adrián Arias a los teclados y Jose Ángel Sánchez a la batería, en el que empezó a explorar la idea de las colaboraciones. Esa fue la semilla de Daydream Sessions.

—¿Qué es Daydream Sessions?

—Bueno, Daydream Sessions es un proyecto colaborativo alrededor del fenómeno jam session. Nuestra idea es hacer sesiones organizadas: decidimos el repertorio con la gente que viene de invitada y los hacemos abiertos para que haya lugar a la improvisación. Queremos darle a todo un poco nuestro estilo y el estilo de la gente que viene a tocar con nosotros. Tenemos bastante inspiración en el neosoul, en el hip-hop y en toda esta onda, pero también estamos haciendo boleros y temas que se salen un poco de eso. Nos interesa expandir.

—¿Cómo explicarías el concepto de jam session?

—Pues una jam session... yo pienso que la forma más natural de explicarlo es que es una fiesta de músicos. Es un evento en el que distintas personas que pueden tener relación o no se suben a tocar temas que ellos acuerden. Puede ser una jam de jazz, que normalmente se tocan standards [temas muy conocidos, presentes en el repertorio de muchos músicos], y puede haber de otros géneros.

—¿Qué tipo de gente va a las sesiones? Entiendo que personas jóvenes, sobre todo.

—El grueso dela comunidad, desde luego, sí, está entre los veinte y los treinta y algo. Pero bueno, tanto en la parrilla de músicos como en el público tenemos gente de todas las edades. Como el repertorio es variado, suele resultar atractivo, ¿sabes? Nosotros somos unas sesiones multigénero y sí que es cierto que estamos más orientados a la música moderna, pero bueno, es que eso abarca muchísimo en realidad. Entonces, el público es muy variado. La respuesta corta es que el público es muy variado.

—¿Y cuál es vuestro concepto de la música? ¿Buscáis innovar de algún modo?

—Yo creo que el concepto que más nos define es el de comunicación. La música es un lenguaje que nos ha estado conectando durante muchísimo tiempo, desde que existe. Y a mí siempre me han gustado los proyectos colaborativos, estoy muy inspirado por grupos como Scary Pockets o como Vulfpeck, que nutren su comunidad trayendo invitados y haciendo cosas con gente que no te esperarías. También me parece que en Galicia tenemos un ambiente musical bastante activo, pero somos muy recelosos con nuestro espacio, no hay mucha comunicación entre las ciudades y eso sí que es algo que me gustaría cambiar. Y bueno, lógicamente la gente que nos acompaña también tiene esas ganas.

—¿Y por dónde las organizáis?

—De momento nos hemos movido por Santiago, en el Modus Vivendi y en los Estudios Potemkin, y en Lugo hemos estado en el club Clavicémbalo. Ahora, cuando salgamos del verano, vamos a empezar a ir por A Coruña también. Queremos ir a Vigo, creo que vamos a ir a Salamanca... pero eso está en el aire.

—¿Cuál es la esencia?

—La comunicación, el crear puentes. Puentes entre las comunidades musicales.

—¿Es difícil organizar algo de este estilo a nivel logístico, a nivel de producción?

—A nivel de producción sí que nos encontramos a veces con algún problemilla. Lo que mejor se nos da en Daydream Sessions es soñar, la fantasía ilusiona y nos encanta pensar en formaciones grandes de músicos.