La devoción por el roscón ya provoca colas en A Coruña a tres días de la mañana de Reyes
A CORUÑA CIUDAD
Dos de los puntos neurálgicos para hacerse con uno de estos dulces, las confiterías Glaccé y Flory, tenían esta mañana hileras de clientes esperando en sus puertas
04 ene 2024 . Actualizado a las 00:02 h.Las colas para hacerse con alguno de los deliciosos roscones que se venden por la ciudad se han convertido ya en algo tan tradicional como la propia Navidad. Pero lo que está sucediendo en los últimos años es que esa hilera de gente que habitualmente esperaba paciente su turno desde primera hora de la mañana de Reyes se está anticipando al día en cuestión y ya no es raro encontrar gente a la espera durante todo el día 5 o incluso el 4. Pero este año los devotos del roscón se han adelantado un poco más, lo que ha provocado colas, aunque todavía no muy numerosas, este miércoles 3 de enero, tres días antes de la mañana de Reyes.
«El día 5 es el que más gente viene, mucho más que la madrugada de Reyes. Pero ese día los hay que llegan a las 4 de la mañana. Para evitar que estén demasiado tiempo, intentamos abrir un poco antes de lo normal, sobre las ocho de la mañana», explicaba Mari Carmen, de la confitería Glaccé, en el programa Voces de A Coruña, de Radio Voz. Aunque reconocía sentirse desbordada por momentos, y eso que lleva 59 años detrás del mostrador, también se mostraba satisfecha porque «endulzamos la vida a la gente y eso es lo más maravilloso». A pesar de la subida de los precios de los productos con los que se elabora el roscón, en Glaccé han mantenido el precio. «Depende un poco del peso, pero están en torno a los 25 euros», explicó y recordó que se pueden congelar perfectamente «con el papel que le ponemos y un film». Para disfrutarlo bien fresco en la mañana de Reyes «basta con ponerlo a descongelar por la noche y, si se quiere para la merienda, mejor por la mañana».
Entre los clientes que se encontraban en la fila estaba Thais. «Llevo esperando poco, unos quince minutos. Quiero darle una sorpresa a una amiga que está embarazada y que no pudo venir. Mañana voy a Madrid a llevárselo porque siempre lo compra aquí y este año no puede», comentaba.
También había cola sobre las 10.30 horas en otro de los puntos neurálgicos del roscón coruñés: la confitería Flory del Agra do Orzán, donde llevan 60 años siguiendo la misma receta para elaborar su producto estrella. Una veintena de personas esperaban a esa hora para hacerse con uno de sus famosos roscones. «Hemos mantenido el precio respecto al año pasado. Dependiendo del peso están entre los 20 y los 30 euros. Por el momento hay para todos, pero hay que esperar porque están saliendo y todavía están calientes», comentaba María Luz, una de las propietarias.