El protocolo firmado abre la puerta a hacer del muelle una zona residencial, una vez que se marche Repsol y se traslade la estación del ADIF
25 may 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Aunque todavía quedan cabos por atar, el protocolo firmado el miércoles por las Administraciones abre la puerta a la construcción de viviendas en los muelles de San Diego y petrolero, en A Coruña, pues el documento solo descarta la titularidad privada de la zona de Batería y Calvo Sotelo y confirma el traslado de la estación ferroviaria de mercancías, que ocupa 123.000 metros cuadrados. Además, el secretario de Estado de Transportes y Movilidad Sostenible, José Antonio Santano, dijo que el espacio portuario que se libere debe ofrecer «a la ciudad oportunidades para vivir».
En este escenario, las Administraciones trabajarán en el proyecto Coruña Marítima para poder anunciar próximamente cuántos pisos habrá en los 394.752 metros cuadrados de San Diego y petrolero y cómo se cambiará el planeamiento para que pueda haber viviendas protegidas, una necesidad en la ciudad. Con todo, la nueva comisión que trabajará en el asunto no parte de cero, pues hubo diferentes proyectos presentados a lo largo de los años que dan una idea de cómo se puede hacer la transformación de esa enorme área.
Primero, los convenios del 2004 preveían más de 5.700 viviendas en los terrenos portuarios que se iban a desafectar. Lo establecido en aquellos acuerdos, que ya se dan por superados, todavía está recogido en el plan general, que contempla que el 87 % del terreno de San Diego y petrolero es superficie edificable.
El urbanista Joan Busquets hizo un proyecto para la transformación de la fachada marítima en el año 2006, que proponía no superar la altura que tienen actualmente las naves de San Diego y repartir los edificios entre esta zona y la del Centenario, ya que entendía que no se debía superar la cifra de 150 habitantes por hectárea.
Muchos años después, en el 2021, un estudio encargado por el gobierno local de Inés Rey a la Universidade da Coruña (UDC) apostaba por reducir la edificabilidad y crear 3.500 viviendas. El coordinador de ese trabajo, el ingeniero de Caminos Carlos Nárdiz, detalló que habían incluido pisos porque en una zona tan grande debe haber gente que resida, que dé identidad de barrio, pues no tendría sentido hacer únicamente equipamientos culturales para personas de fuera, aunque sí se pueden combinar el ocio y las zonas residenciales.
Otro asunto por resolver es el destino de las empresas que están en San Diego, cuyas concesiones finalizan entre el 2026 y el 2027. Algunas se irán a punta Langosteira, como es el caso de Repsol, que liberará el muelle petrolero. Pero hay otras muchas vinculadas a la pesca que todavía no saben en qué lugar podrán ubicarse.
El precio del alquiler es de 9,5 euros por metro cuadrado, un 7,5 % más
La vivienda es la necesidad por excelencia de la ciudad. Alquilar un piso en A Coruña cada vez es más caro y más difícil, pues no hay mucha oferta en un mercado saturado de demanda. Lo confiesan muchos trabajadores de inmobiliarias: algunas casas no duran ni 24 horas en el circuito.
Los últimos datos de la Federación Galega de Empresas Inmobiliarias (Fegein) indican que el precio medio del metro cuadrado es de 9,5 euros, lo que supone una subida del 7,5 % respecto al año 2023. «La única manera de revertir el problemón en la situación actual del alquiler es actuando en la oferta», sostienen desde Fegein.
Por ello, el Ayuntamiento puso en marcha elPlan de vivienda municipal 2024-2030, en el que contemplan el desarrollo de polígonos como el de San Pedro de Visma, que tendrá 3.600 pisos, de los que el 26 % serán de protección oficial. Una vez que esté lista esa zona, el Consistorio buscará más donde poder absorber el crecimiento de la población. Según se pactó este miércoles, todo parece indicar que San Diego podrá dar continuidad a Os Castros y A Gaiteira con casas junto al mar.