Los vecinos del narcopiso de la calle Vizcaya, en A Coruña, se concentran por tercera vez y dicen que no pararán

Los vecinos del número 58 de la calle Vizcaya volvieron a concentrarse este jueves frente a las ventanas del segundo izquierda. Culpan a los que ahí viven de trapichear con droga a todas horas y de convertir el lugar en un foco de criminalidad, con peleas, gritos y hasta un asesinato, el de un hombre que apareció muerto y molido a palos a finales del 2022 junto a un altar de brujería.

Armados con cacerolas y silbatos, rodeados de policía, los residentes del edificio, apoyados por otros del barrio, pidieron a las autoridades que tomen cartas en el asunto y cierren de una vez ese narcopiso. «Echar no se les puede echar porque madre e hija son propietarias, pero al menos que les hagan una redada», decía una vecina, mientras otra, altavoz en mano, iba enumerando los distintos problemas que crea el narcopiso.

Aseguran que llevan tres años soportando situaciones de máxima gravedad y es ahora cuando decidieron dar un paso. Lo hicieron después de entrevistarse con la subdelegada del Gobierno, hace dos meses, «pero como vimos que poco o nada se ha hecho, acordamos salir a la calle. Y no lo dejaremos de hacer hasta que esa gente deje de convertir nuestras vidas en un infierno», añadieron. Por eso preparan ya su próxima convocatoria.

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