«Fea, tiñosa, pareces el bajito del dúo Sacapuntas», escribe a su pareja por WhatsApp
A CORUÑA CIUDAD

La Audiencia Provincial de A Coruña ratifica la condena a un hombre por delitos de amenazas y vejaciones injustas
25 jun 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Era una pareja que no se llevaba bien. Un día él lo plasmó por escrito con tanta visceralidad que ella corrió con los wasaps al cuartel de la Guardia Civil a poner una denuncia. El hombre se vació de rabia, ira o lo que fuera que sintiera contra aquella mujer, de la que incluso intentó renegar como pareja ante el juez. «Era una amistad, si bien con dos relaciones sexuales», dijo. Pero su discurso cayó en contradicciones y se determinó que había sido una relación sentimental «plagada de rupturas y reconciliaciones», por lo que también fue tramitada por el Juzgado de Violencia de Género de A Coruña.
«Sinvergüenza, tiñosa, payasa, chunga, metemierda, baja, fea, arrugada, arruinada, sin dientes», le escribió el individuo, que siguió con su sarta de ofensas. «Arrastrada, comegaitas, trapalleira, si pareces el bajito del dúo Sacapuntas, más fea que el Fary chupando un limón, analfabeta», disparó.
A la retahíla infame le siguieron otros mensajes con amenazas como «te voy a partir la cara», «ya hay cola para darte unas hostias», «ten cuidado porque te van a caer más piezas», y otras frases con las que da la idea de que podría atentar contra su vida: «Una sola cosa más y arruino mi vida, pero la tuya también» o «cuidado con lo que dices que acabas allí donde tus padres».
Ese día, la pareja, del área de A Coruña, se rompió para siempre y se inició un proceso contra él en un juzgado penal donde se le condenó a seis meses de prisión y a una orden de alejamiento de 100 metros de ella «por un delito leve de amenazas leves sobre la mujer».
También se le impuso otro delito de vejaciones injustas, que le obligaba a estar cinco días localizado permanentemente, más la prohibición de acercarse a su expareja.
El condenado apeló ante la Audiencia Provincial de A Coruña asegurando que en primera instancia «hubo un error de apreciación de las pruebas», pero se lo desestimaron. Quedó claro que lo escrito no fue cosa de un calentón. «El acusado no se limitó a una frase puntual, sino que profirió una retahíla de frases amenazantes vertidas hacia la mujer», recoge la sentencia.
El abogado defensor del condenado sí prosperó con el atenuante de dilaciones indebidas, ya que desde que se presentó la denuncia hasta que se emitió la sentencia transcurrieron más de tres años por causas ajenas al varón. Pero la admisión parcial de ese punto no conlleva una rebaja en las penas impuestas ni en cambios en las costas del juicio, que recaen sobre él.