Repsol tirará los silos de 30 metros de altura y las naves de carbón del muelle petrolero, en A Coruña
A CORUÑA CIUDAD

Las cuentas de la Autoridad Portuaria del 2023 se cerraron con pérdidas de 3,3 millones de euros por el incremento de los intereses en el pago de la deuda contraída por la construcción del puerto exterior
25 jun 2024 . Actualizado a las 15:13 h.El consejo de administración de la Autoridad Portuaria de A Coruña aprobó este martes el desmantelamiento de los cargaderos de carbón y azufre de Repsol en el muelle de San Diego. También se ratificaron las cuentas del organismo correspondientes a 2023, que se cerraron con pérdidas de 3,3 millones de euros, debido fundamentalmente al incremento de los intereses que se abonaron por los préstamos suscritos con Puertos del Estado y el Banco Europeo de Inversiones, por la construcción del puerto exterior.
Los consejeros aprobaron la solicitud de Repsol para la demolición de los cargaderos de carbón y azufre y los llamativos silos verdes del muelle, que ya no se usan desde el 2015, cuando se trasladó el tráfico de sólidos a Langosteira. La compañía prevé una inversión de 400.000 euros en la demolición de los sistemas de carga que suponen aproximadamente 2.600 metros cuadrados de estructura, que incluyen las distintas edificaciones entre las que destacan los silos de 30 metros de altura cada uno, la torre de intercambio con 24 metros o las naves de descarga de carbón y de azufre. Además del desmontaje de los equipos consistentes en la cargadora de buques, tolvas, cintas transportadoras con una media entre 7 y 17 metros de altura, así como filtros y motores, entre otros muchos materiales que conllevarán un volumen total de 40.000 metros cúbicos. La superficie de actuación de los trabajos será aproximadamente de unos 5.000 metros cuadrados. Esta actuación se acometerá en los próximos meses, cuando finalicen las tramitaciones administrativas pertinentes. Este desmantelamiento supone un paso para la transformación de la fachada marítima, un proceso que ya comenzó con la creación de una comisión para dirigir las acciones necesarias.
Con respecto a las cuentas anuales, se detalla un importe neto de la cifra de negocio de 31,3 millones de euros, frente a los 31,9 millones del 2022, como consecuencia de un descenso en el cobro de tasas por la reducción de los tráficos portuarios en un 6 % en relación con el 2022, si bien ese año se había logrado un crecimiento del 25 %, el mayor de todo el sistema portuario estatal.
Tras este extraordinario incrementó en 2022, el ejercicio de 2023 se cerró con un tráfico total de 13,9 millones de toneladas, que a pesar del citado descenso del 6 % supone el quinto mejor registro en la historia del puerto, consolidando el movimiento de mercancías en la franja alta de las estadísticas anuales.
El resultado de explotación fue positivo, con un saldo de 2,06 millones de euros, pero el resultado financiero negativo de 6,6 millones de euros (897.000 euros en 2022), causa el resultado final negativo después de impuestos de 3,3 millones (4,5 millones de beneficio en 2022).
Este resultado financiero se debe a los elevados intereses que se abonaron en 2023 por los préstamos suscritos por la Autoridad Portuaria para abordar la construcción del puerto exterior, como consecuencia de la subida de los tipos. Para reducir este impacto negativo, la Autoridad Portuaria y Puertos del Estado llegaron a un acuerdo para acometer una modificación puntual de las condiciones del crédito.
Las cuentas anuales de 2023 fueron auditadas por la Intervención General de la Administración del Estado, que emitió un informe de auditoría «con una opinión limpia, sin salvedades», explica la Autoridad Portuaria.